Neymar, más amarillas que goles

Del débil momento que vive el Fútbol Club Barcelona, siempre relativo y en relación al que atraviesa el Real Madrid, destaca por encima de otros muchos aspectos el estado de forma de Neymar. El atacante brasileño no despierta esta temporada, en la que, hasta la fecha, su contribución anotadora es realmente pobre. Sus registros son, con diferencia, los peores desde que llegó al Camp Nou.

El bajo rendimiento de Neymar se resume con un dato: el de Mogi das Cruzes acumula más tarjetas que goles en lo que va de Liga. Concretamente, Neymar ha visto en el Clásico su quinta amarilla del campeonato, lo que le acarrea suspensión para el próximo choque de los culés, frente a Osasuna. En cambio, sólo ha marcado cuatro goles. Y lo más preocupante para Luis Enrique es que no ve puerta desde la séptima jornada. Y van 14… Esta relación goles-tarjetas, además, está muy relacionada: en sus cinco primeros partidos hizo cuatro goles (uno al Leganés, otro al Celta y dos al Sporting) y solo vio una tarjeta. Las cuatro restantes las recibió en adelante, con cuatro en los seis últimos partidos del Barcelona en la Liga.
El caso es que esta circunstancia se repite en la Champions League, donde Neymar ha hecho dos goles y ha recibido tres tarjetas en cinco partidos.
A estas alturas de la pasada campaña, sin ir más lejos, Neymar llevaba la llamativa cifra de 14 goles en sus primeros 12 partidos de Liga, que es lo que lleva por el momento con el Barça este curso (no hay que olvidar que se incorporó algo más tarde tras disputar y ganar los Juegos Olímpicos con Brasil). La diferencia es notable. Neymar tomó las riendas junto a Luis Suárez cuando Leo Messi se lesionó. Ahora, el brasileño no es capaz de recuperar su mejor versión, ni la espectacular ni la goleadora. Y al Barça también le pasa factura.
En el Clásico, Neymar tuvo dos ocasiones especialmente claras que desperdició. La primera, un remate con la zurda que se le fue desviado. La segunda, un disparo en una posición favorable que Varane tapó evitando que el balón encontrase la portería de Keylor Navas. Neymar no pudo ser decisivo ante el Real Madrid. Pero ahora el reto que tiene es consigo mismo. Lo primordial para él es recuperar sensaciones. Es obvio: el Barça es menos Barça sin una de sus estrellas.