Cani y Fede fueron claves

No están siendo precisamente los dos jugadores más regulares de la plantilla ni en participación ni en rendimiento, pero Cani y Fede Cartabia volvieron a dejar anoche detalles de calidad importantes para decantar la balanza y sobre todo una gran personalidad al agarrar la pelota y atreverse a intentar cosas diferentes cuando los nervios y la tensión se apoderaban del resto de compañeros. Cada uno participó en un gol, pero hicieron mucho más.

En su regreso al césped tras un mes de lesión, Cani fue el mejor de la primera mitad y, partiendo principalmente desde la izquierda pero moviéndose con libertad, mostró por qué ha sido durante más de una década uno de los mejores centrocampistas de la Primera División. Con calma y precisión en cada intervención, dejó claro una vez más que la experiencia es decisiva en los partidos importantes y que la personalidad y liderazgo no se demuestra con gritos ni protestas sino pidiendo la pelota y jugándola. Como guinda, realizó una gran pared con Lucas en el primer gol.
Por su parte, Fede Cartabia volvió a ser importante como revulsivo y revolucionó con su regate un partido en el que el Dépor había dejado de generar peligro. Acusado muchas veces de individualista, el argentino viene mostrando más acierto tanto en la ejecución como en la toma de decisiones en las últimas semanas y esta vez tuvo claro lo que había que hacer: buscarle la cintura a Juanfran (39 años). Lo hizo dos veces para llegar a línea de fondo y poner centros que fueron rematados por Fajr y Lucas. En la tercera, amagó otra vez con irse pero la puso desde la banda con la zurda para el segundo gol. No llegó Oriol, remató mal Luis Alberto y desde atrás fusiló Lucas para encontrar con fortuna el poste y la espalda de Mariño.