Un mesías llamado Iago Aspas salvó al Celta hace siete años
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El 6 de junio de 2009 el Celta se jugaba su existencia como club en un partido dramático ante el Alavés. La victoria evitaba matemáticamente el descenso a Segunda B, pero una derrota metía al equipo en descenso a falta de dos jornadas para acabar la temporada.
Ante la trascendencia del encuentro, la directiva decidió poner entradas a 2 euros y más de 25.000 personas acudieron a Balaídos en una soleada tarde de sábado. La primera parte fue de dominio absoluto del Alavés, que tuvo ocasiones de sobra para adelantarse en el marcador. Las paradas de Falcón mantenían con vida al Celta.
Viendo que su equipo estaba atenazado, Eusebio Sacristán tomó una de las decisiones más arriesgadas e importantes de su carrera deportiva. En el minuto 59 dio entrada a un canterano, Iago Aspas, que no había jugado con el primer equipo en toda la temporada. El joven delantero revolucionó el partido y despertó al equipo vigués.
Locura final
En el minuto 80, un centro de Dani Abalo lo cabeceó Aspas a la red. El de Moaña celebró el tanto quitándose la camiseta. Cuando la afición ya daba por cerrada la permanencia, Juanjo aprovechó un error defensivo para poner el empate a falta de dos minutos para el final. Los últimos instantes fueron un correcalles en el que de nuevo apareció la figura de Iago Aspas. En el 93', un disparo de Danilo lo despeja el portero Bernardo y el canterano coge el rechace y marca a puerta vacía. Balaidos no se podía creer lo que estaba viendo. Ese día nació la leyenda de Iago Aspas.
Este fue el once del Celta contra el Alavés: Falcón; Edu Moya, Noguerol, Jordi Figueras, Roberto Lago; Rosada, Trashorras (Jonathan Vila, min. 87), Michu; Dani Abalo (Danilo, min. 83), Oscar Díaz (Iago Aspas, min. 59) y David Rodríguez.
