Esto es lo que hay

El Cádiz CF ha perdido el partido que no podía perder. Ha caído en Elche por sus carencias futbolísticas. Nada que recriminar a la actitud de un equipo que parece que no da más de sí. Los jugadores no son capaces de reaccionar y Álvaro Cervera tampoco da con la tecla.

El Cádiz salía con la premisa de frenar a Mojica y Fidel y por eso ponía Cervera a Akapo con Iza en la banda derecha. Pero costaba frenar desde el arranque a Lucas Boyé y a Lucas Pérez, que a los cuatro minutos hicieron una gran jugada y mandaron el balón al palo por medio del argentino.

Al Cádiz le duraba muy poco el balón en los primeros compases. El Elche lo tenía con criterio y se veía la calidad de su gente de arriba. El Cádiz sólo había creado peligro a balón parado, donde se veía el gran lunar de los ilicitanos: su fragilidad defensiva.

El equipo estaba intentando contener a su oponente cuando el árbitro se inventó un penalti de Chust sobre Lucas Pérez que fue transformado por Fidel a los 13 minutos. El equipo tenía que revolverse contra la injusticia y tenía que reaccionar contra un rival que estaba siendo mejor.

El cuadro de Cervera dio un paso adelante y pudo empatar por medio de un penalti sobre Lozano, pero el balón de Álex Fernández se estrelló contra el palo. Para un equipo con tantos problemas ofensivos como el Cádiz era un mazazo, pero quedaba mucho tiempo por delante y tenía que reponerse.

Los gaditanos tenían más el balón y ya no estaban tan a merced del Elche, pero cualquier balón perdido provocaba contras muy peligrosas de los locales. Como casi siempre, a los de Cervera les costaba mucho convertir su dominio en ocasiones reales para marcar.

Había que esperar mucho más del equipo a nivel futbolístico. Y la segunda parte empezó con malas sensaciones porque un desaplicación defensiva hizo que casi marca el Elche por medio de Fidel en una acción horrible de la zaga cadista.

Cervera no hacía cambios y parecía claro que el Cádiz necesitaba mucho más para no salir derrotado. Sobrino tuvo una ocasión muy clara en el minuto 50 tras un buen centro de Espino, pero remató de manera lamentable. Incomprensible la apuesta continuada de Cervera por este futbolista.

El partido estaba en el alambre porque el Elche creaba peligro en cada llegada y un segundo tanto podía ser definitivo. Tampoco había suerte porque Lozano mandó el balón al larguero en el minuto 55.

Pasaban los minutos y el equipo aspiraba a conseguir el empate porque el rival seguía dando muestras de debilidad. El árbitro le perdonaba la segunda tarjeta amarilla a Marcone en otra acción que mostraba su lamentable nivel. Se le estaba escapando el partido de las manos por su nulo criterio y el ambiente estaba muy tenso.

Estaba todo en el aire y cayó del lado del Elche. Un gran pase de Gumbau llegó a Tete Morente, que marcó después de superar a Ledesma en el minuto 75. Era el más difícil todavía para los cadistas, para los que marcar dos goles en LaLiga Santander en un partido es una quimera.

Badía evitó el primer gol amarillo en un centro envenenado de Álvaro Jiménez, pero no pudo impedir el de Álex Fernández de cabeza a la salida de un córner. Era ya en el tiempo de prolongación. Pero en lugar de llegar el empate, llegó el tercero de los locales por medio de Josan en otro fallo defensivo. Vivir para ver.