Esa manía del Athletic de pinchar ante rivales de la zona de descenso

Es toda una manía, esa 'tradición' rojiblanca de firmar un pinchazo tras otro ante los rivales situados en las plazas de descenso a Segunda división. El 0-0 del lunes en Almería ahonda en los problemas del Athletic Club para superar a domicilio a los equipos en descenso, ya que tanto de Granada (1-1) como de Cádiz (0-0) regresó a Bilbao con solo un punto. En el Nuevo Los Cármenes, con gol en propia puerta de Iñigo Ruiz de Galarreta, mereció más tras asediar al conjunto nazarí y en el Nuevo Mirandilla el choque fue más como el de este lunes, pastoso.

Quizás una razón para que un equipo del poderío de esta temporada del Athletic haya regresado sin ganar de campos en los que con Ernesto Valverde en el banquillo suele ser muy fiable sea que le han llegado en plena vorágine de la Copa del Rey, su competición por antonomasia y donde pone cada año el mayor foco.

Y en ese torneo se ha plantado con ventaja en las vuelta de semifinales de Copa tras un valioso y heroico 0-1 en el Civitas Metropolitano que se sumó a su victoria en cuartos contra el FC Barcelona y le hace vislumbrar una nueva final, su partido fetiche, el 6 de abril en La Cartuja.

El Athletic Club perdió en Almería, con el 0-0 ante la colista y casi desahuciada UD, una gran oportunidad de seguir ahondando en las buenas sensaciones y resultados de lo que va de temporada, un fútbol intenso, ofensivo y goleador que le tiene en liga en la pelea por la Liga de Campeones y a un paso de la final de Copa.

El equipo de Ernesto Valverde no acabó de encontrarle el ritmo al encuentro en el Power Horse Stadium y dejó pasar la opción de auparse a la cuarta plaza de la tabla, ya que, de ganar, habría superado a un Atlético de Madrid que le sigue aventajando, ahora en dos puntos.

En el campo indálico el Athletic no estuvo cómodo ni cuando se vio en superioridad numérica, casi toda la segunda mitad. De hecho, con un jugador más no dio mayor sensación de peligro que once contra once, que tampoco había sido mucho.

Ni el doble pivote ni la pareja de ataque del Athletic funcionaron en el Power Horse Stadium

No le salió la apuesta al técnico de prescindir de Beñat Prados, tremendo desde su irrupción, y volver al doble pivote Mikel Vesga-Iñigo Ruiz de Galarreta. Los dos un tanto a la baja en sus últimos partidos, quizás debido a la falta de continuidad por diferentes molestias físicas, y los dos relevados a la vez.

Tampoco acabó contento Valverde con el primer tiempo del joven Unai Gómez y Asier Villalibre, a los que dejó en los vestuarios en el descanso.

Con el ariete no acaba de encontrarse a gusto el 'Txingurri', a pesar de que siempre es uno de los máximos goleadores por minuto jugado y este año, además, es el 'Pichichi' de la Copa del Rey -con 6 tantos- a falta de la vuelta de semifinales.

Aunque quizás lo que más pagase el conjunto bilbaíno en el también llamado Juegos Mediterráneos fueron las bajas de Nico Williams y Gorka Guruzeta, los dos delanteros más brillantes en lo que va de 2024, Nico diferencial. Iñaki Williams se fue espléndido a la Copa de África y desde entonces solo en el partido de regreso ante el Barcelona ha mostrado su nivel anterior.

Tampoco está como estuvo a finales del año pasado, y en contados partidos de éste, Oihan Sancet, quien en Almería, sin demasiada necesidad tras cinco días de descanso y con una semana entera para preparar el siguiente encuentro, fue suplente y salió en la segunda parte sin aportar mucho. Lo cierto es que a la vuelta a Lezama no salió a entrenar con el resto de compañeros.

Menos problemas tuvo Valverde con la baja de Dani Vivian, suplida por un Yeray Álvarez ya en plenitud tras una larga lesión y en su línea notable habitual.