Iago Herrerín, la mejor solución ante la falta de Kepa

Ramón OrosaBilbao, 9 ene .- Iago Herrerín, como ya había dejado entrever en las temporadas anteriores como segundo portero, se está mostrando como la mejor solución a la ausencia del lesionado Kepa Arrizabalaga en la portería del Athletic Club.
Herrerín ha confirmado manteniéndose imbatido en Liga en los cuatro partidos que ha tenido que suplir a Kepa, tres de ellos los tres últimos de despegue rojiblanco en la tabla clasificatoria, lo que venía apuntando en las últimas cuatro temporadas con el rol de segundo portero. Primero por detrás de Gorka Iraizoz y últimamente a la sombra de Kepa.
Pero la lesión en un dedo de un pie que tiene al guardameta internacional de baja y, sobre todo, el secreto a voces de la intención del de Ondarroa de no renovar por el Athletic y fichar por el Real Madrid, han hecho girar la melé y ya nadie se imagina a Kepa en Bilbao entre palos cuando se recupere de su lesión. Y casi hasta si acaba renovando.
El devenir de los acontecimientos han cambiado mucho las cosas y las percepciones en Bilbao sobre la casi sagrada portería de San Mamés.
Aunque lo que ha variado también mucho la opinión de la parroquia bilbaína es el rendimiento de Iago, al que ante el Alavés le faltó tiempo para agradecerle con una cálida ovación su decisiva actuación en el Benito Villamarín en el 0-2 que le cambió la cara al Athletic en el campeonato liguero justo antes de las vacaciones navideñas.
No olvidó aquel partido la afición rojiblanca, de hecho el caso Kepa se lo recuerda día a día, y Iago recibió un refrendo que apunta a relevo definitivo entre palos pase lo que pase ya con Kepa.
En Bilbao se le tenía a Iago por un portero un tanto alocado, que arriesgaba en demasía y que en cualquier partido puede llevar a cabo alguna acción que pague muy cara su equipo. En contraposición, se veía a Kepa con la sobriedad y la influencia en los partidos del legendario José Ángel Iribar, el mayor mito del Athletic.
Pero con el paso de las temporadas, y aunque fuese solo en las competiciones de Copa, el rol en el que le tuvo Ernesto Valverde y que ha continuado dándole -con algún matiz- Cuco Ziganda, se ha demostrado que Iago es más que un portero arriesgado.
A punto de entrar en la treintena -lo hará el próximo día 25-, Herrerín ha dejado claro ya que es un portero valiente, pero que mide muy bien todas sus acciones y, sobre todo, que su juego con el pie puede ser determinante hasta para marcar goles.
Son ya algunos tantos los que han nacido de su visión de la jugada y su diligencia a la hora de sacar de portería. Ya sea con el pie, con el que coloca el balón donde quiere, o con la mano, con la que llega con precisión hasta la línea de medios del campo rival.
En el Athletic en no pocas ocasiones Iago ha sido el que lanzaba los contraataques.
La suplencia de Iago con respecto a Kepa era también más algo estratégico, una decisión a medio y largo plazo ante la proyección del joven internacional absoluto, que de merecimientos.
A Kepa se le tenía en Bilbao como el portero del futuro, el relevo entre palos que iba a dar al Athletic una década o más de brillantez y estabilidad a la portería. Algo que además refrendaba el de Ondarroa en cada partido que jugaba, prácticamente todos los partidos a grandísima altura.
Pero eso es algo que el movimiento de Kepa de querer fichar por el Madrid ha quebrado. Kepa ya no es el portero de las próximas temporadas en Bilbao y es Iago quien concita, quien se ha ganado, todos los parabienes.
En ese escenario es difícil que las cosas vuelvan a ser como eran. Que Kepa sea el titular y Iago el reserva. Cuando se ha demostrado que el bilbaíno ha sido tanta solución como el de Ondarroa. Los datos, además de las impresiones, lo corroboran.
¿Qué podría girar de nuevo la melé en beneficio de Kepa si al final no se concreta una operación que parece complicarse a cada día que pasa y acaba quedándose en el Athletic? Sin duda. Aunque, incluso en esa tesitura, Iago ya ha recuperado mucho terreno en su pelea por la titularidad. Para empezar ha sido la mejor solución posible en ausencia de su todavía compañero. Y se ha ganado a San Mamés. Que no es poca cosa.