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La nueva vida de Chevantón: agricultor, albañil, ganadero... y entrenador de jóvenes

Periodista especializado en Sevilla FC y Betis.

Hablar de Ernesto Javier Chevantón en el Sevilla es hablar, posiblemente, de uno de esos delanteros que ganó tantos seguidores como detractores con su fútbol. En el Sánchez-Pizjuán aún se recuerdan sus goles ante equipos como el Real Madrid -con aquella especie de chilena- o ante Osasuna, besándose el escudo blanquirrojo. En Italia y en Uruguay, además de guardar buenos recuerdos en Mónaco, también le recuerdan como futbolista, pero él, a sus 43 años, ha cambiado su vida de manera radical: agricultor, ganadero, albañil... y entrenador de cantera.

Siempre fue un tipo peculiar. Chevantón se mostró durante toda su carrera como un hombre natural, pasional y sincero. Nunca escondió sus gustos, nunca escondió esa chispa de locura que transmitía sobre el césped y ahora se ha convertido en uno de los exjugadores más seguidos... por sus pasiones en casa.

Chevantón, celebrando un gol en su etapa en el Sevilla.

Como puedes ver en el vídeo superior de la noticia, el exdelantero blanquirrojo comparte con sus seguidores diferentes vídeos en los que se le puede ver como agricultor, recogiendo y sembrando en casa, como albañil, junto a un buen amigo, o incluso como ganadero, llenando su coche de gallinas y sonriendo a la cámara.

Chevantón no se olvida del fútbol

Toda esta pasión por las tareas del hogar, sin embargo, no chocan con la pasión de Chevantón. El antiguo atacante se sacó el carné de entrenador hace años y en Lecce espera su oportunidad.

Por el momento, el uruguayo ha sido ayudante en el primer equipo y ha dirigido a varios equipos de las categorías inferiores del conjunto italiano, ganándose el respeto de todos los jóvenes a los que ha dirigido.

Su sueño, como sucedía cuando era el '9' de sus equipos, es brillar en la élite, demostrar la razón por la que decidió ser entrenador, pero, al menos por el momento, el peculiar punta sorprende a sus seguidores con tareas tan cotidianas como inesperadas para él.

En Sevilla no le olvidan y él, a buen seguro, tampoco olvida los años que pasó en la capital hispalense.

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