Diego Villares madura en el Deportivo: crecimiento goleador en su nuevo papel principal

Diego Villares está viviendo un idílico inicio de temporada en el que, junto a lo futbolístico, están acompañando los goles en un crecimiento paulatino que ya era palpable la pasada temporada. Se ha convertido en indiscutible para Borja Jiménez y en uno de los referentes de la grada.

El centrocampista de Samarugo sigue dando pasos en una carrera que, aunque pudo tardar en despegar, está empezando a tumbar la puerta del fútbol profesional. Ha tenido una evolución altísima desde hace dos temporadas cuando Rubén de la Barrera le dio confianza para saltar al primer equipo. Con Borja Jiménez ha conseguido asentarse en el equipo y ahora es un jugador irremplazable. Por lo que ofrece con y sin balón y por su importancia en el vestuario.

Cambio de rol

Villares vive un momento espléndido. Su temporada ha arrancado de la mejor manera posible y también está sumando cifras de cara a portería. La temporada pasada solo marcó un gol, mientras que en esta ya ha conseguido doblar dicha cifra anotando en los últimos dos encuentros, acercando al Deportivo a la victoria.

Parte de esa evolución se ve beneficiada por el cambio de rol que está teniendo esta temporada. La pasada campaña, con sus idas y venidas, Diego Villares acabó siendo indiscutible como interior derecho, junto a Bergantiños y Juergen Elitim. Pero su función estaba mucho más ligada a ayudar en salida de balón lateralizando por banda derecha y permitiendo la subida del lateral, o resguardando la espalda del carrilero cuando este avanzaba. Además, ante las bajas de Trilli y Víctor Sánchez, el ex del Racing Villalbés pasó a ocupar el lateral derecho en multitud de encuentros.

Sin embargo, esta temporada el paso al doble pivote le está beneficiando. Si bien es cierto que en pretemporada tenían un rol inicialmente más estático y bajo, se está viendo cómo Villares es, de los dos centrocampistas que conforman el once, el que más libertad tiene para subir. Tanto con Bergantiños como con Olabe, el mediocentro de 26 años adopta un rol mucho más móvil. Abandona su zona en muchas ocasiones para estirar la línea defensiva rival y buscar rupturas al intervalo central-lateral del oponente. Ahí, en carrera, es sumamente peligroso por la zancada que tiene, su veloz conducción y su disparo. También apareciendo desde atrás por su capacidad para explotar y sorprender.

Borja Jiménez, enamorado de Diego Villares

El técnico abulense ha halagado en varias ocasiones a su pupilo, del que destaca su capacidad física, en especial en lo largo. Tanto ofensiva como defensivamente, se ha convertido en un todoterreno que suma robos, pressing y trabajo. Borja Jiménez también habló del crecimiento de un Villares que, hace dos temporadas, iniciaba su temporada con el Deportivo Fabril y ahora es un fijo en un equipo que buscará el ascenso a LaLiga SmartBank. "Estamos encantados porque está haciendo goles, que siga evolucionando y creciendo”, remarcó el entrenador blanquiazul en su última comparecencia.