Cien años de Giro (I): Dos favoritos destacan entre el resto

El Giro de Italia celebra cien años de vida desde el próximo viernes 5 de mayo. La ‘corsa’ rosa vive su centenario, una de las carreras con más ciclismo en sus archivos históricos. Bicicleta en estado puro.

 
El Giro será la primera de las tres grandes una temporada más – no siempre fue así – y marcará el primer gran objetivo del año para muchos corredores que en Italia buscarán tachar tareas de la lista. Por delante, más de tres semanas de competición, con 21 etapas y tres días de descanso, una última semana como órdago definitivo y un cartel con nombres y desafíos internos. Y en la memoria, Michele Scarponi, ganador en 2011 tras la descalificación de Alberto Contador, fallecido hace unos días tras ser atropellado.
La ronda italiana, con una seña de identidad clara y distinta a la del Tour de Francia, se ha convertido en la grande con mayor espectáculo sobre la bicicleta de las tres que componen el calendario. Seguida de cerca de una Vuelta a España que ha crecido de manera sobresaliente en esta segunda década del siglo XXI y que le disputa el trono. Quizás menos focos de atención, un cartel de favoritos más abiertos que hacen una carrera más impredecible, y un recorrido más flexible en sus puntos clave han hecho del Giro una carrera aún más especial. Y siempre, siempre coronada con esa ‘maglia’ rosa, símbolo inequívoco y eterno de la vuelta por etapas italiana.

En 2016, la victoria estuvo en las piernas de Vincenzo Nibali, que conquistó su segundo Giro de Italia, por delante de Esteban Chaves y Alejandro Valverde. No fue la mayor de las exhibiciones del italiano, que se alzó con el maillot de líder en la penúltima etapa y aventajó al colombiano del Orica en 52 segundos.
Los favoritos: relación de pareja abierta
Nibali defenderá título y tendrá en Nairo Quintana su principal oponente sobre el cartel. Dos de los mejores  ‘vueltómanos’ del pelotón rivalizarán por llegar a Milán el primero en la tabla clasificatoria de la general. Ambos conocen ya esa sensación. Nibali, en dos ocasiones (2013 y 2016) y Quintana en una (2014). El italiano, que ya ha dicho que en 2017 volverá a intentar el asalto al Tour (lo que presumiblemente le hará no ser de la partida en casa el año que viene), disputa la ronda con nuevo equipo, Bahrain-Merida, un gigante ciclista que ha construido todo el proyecto en torno al ‘Tiburón’ de Sicilia. Los resultados apremian tras una inversión importantísima en el mundo del ciclismo. Quintana, por su parte, optó por la vía valiente, por conquistar un doblete (ganar Giro y Tour el mismo año) que no consigue nadie desde que lo hiciera el malogrado Marco Pantani en 1998. Alberto Contador lo intentó, pero falló en el Tour (ganó el Giro en 2011, aunque lo descalificaron más tarde, y lo volvió a ganar en 2015). Sobre el papel, y por los resultados este año, Quintana parte un peldaño por encima del siciliano.
El transalpino del Bahrain-Merida viene de ganar el Tour de Croacia, aunque sin demostrar la superioridad que se le presuponía y que confirma un arranque de temporada discreto para un corredor de su talento. Quintana, que ha corrido menos, se llevó con claridad la Tirreno-Adriático como resultado más destacado antes de retirarse a su país para preparar el Giro desde allí, pero también se ha llevado la Volta a Valencia y la Vuelta a Asturias. El colombiano establece la carrera italiana como objetivo y preparación para llegar con kilómetros a un Tour en el que tendrá que medirse al gran rival, Chris Froome.

Pero la pareja, el dúo de favoritos, no solapará todas las opciones de victoria en el Giro 2017. El cartel se muestra más abierto que en el Tour, pese a los nombres, dado el formato más rígido y la preparación más exclusiva que se hace de la ‘Grande Bouclé’. Orica-Scott pondrá todas sus esperanzas, nunca mejor dicho, en Adam Yates, uno de los dos gemelos, las grandes promesas del ciclismo. El británico, cuarto en el pasado Tour, será la gran baza de una escuadra australiana que ha crecido de forma brutal desde su nacimiento y ansía su primera grande. El año pasado fueron segundos con Esteban Chaves, reservado este año para Francia. El joven corredor parece hecho y maduro a los esfuerzos de tres semanas, con una capacidad de sufrimiento muy digna para ciclistas de su edad.
Por otro lado, dos bazas son las que maneja el conjunto Sky, quizás la mejor escuadra de todo el Giro. Los británicos confían en las piernas de Geraint Thomas, ganador del Tour de los Alpes (antiguo Giro del Trentino) y de etapa en París-Niza, y en las de Mikel Landa, tercero en el 2015. Si bien parece que el galés es la prioritaria, lo cierto es que Landa habrá de aprovechar la oportunidad si Thomas no aguanta la presión de liderar un equipo tres semanas. Ambos tendrán que trabajar para Froome en julio.
Bazas únicas en sus equipos serán Thibaut Pinot, Bauke Mollema, Steven Kruiswijk, Tejay Van Garderen, Ilnur  Zakarin o Tom Dumoulin. Pinot debuta en el Giro para descansar de la presión del Tour, exacerbada en los corredores locales. El de la Française des Jeux, pódium en Francia en 2014, busca subir al cajón, como mínimo, en un Giro al que tendrá que llegar bien a la última semana para tener opciones. Y es que más opciones, a priori, parecen tener los holandeses Bauke Mollema o Steven Kruiswijk. El primero de ellos llega al Giro como jefe de filas antes de ponerse a las órdenes de Contador en verano. Ganó en San Luis nada más empezar la temporada y tiene una buena oportunidad para ser pódium en una grande (en 2011 fue cuarto en la Vuelta a España). Kruiswijk, del Lotto-Jumbo, vivió la cara amarga del ciclismo al caerse y perder la posibilidad de ganar el Giro cuando ostentaba el maillot de líder. Finalmente fue cuarto, pero acumula tres top-10 en la ronda italiana. Van Garderen también debuta en el Giro, aunque lo hace tras dos temporadas de malos resultados en grandes vueltas en un corredor ya veterano. Ha sido quinto en dos ocasiones en el Tour de Francia y su gran rendimiento contra el crono le hace ser la gran opción de BMC para ganar la ‘corsa’ rosa. Ilnur Zakarin, sin grandes resultados en vueltas de tres semanas, pero con mucho potencial y Tom Dumoulin, sexto en la Vuelta a España en 2015, deberán tener las piernas a punto y aprovechar la más mínima muestra de debilidad de sus adversarios. El conjunto Sunweb presenta con el holandés y sus compatriotas Wilco Keldermann y Laurens Ten Dam un equipo que puede organizar buenas reuniones de sobremesa delante del televisor.
El capítulo de grandes ausencias lo firma, muy tristemente, el equipo Astaná. A la lesión de Fabio Aru, gran favorito junto a Nibali y Quintana, se unió la muerte de Scarponi, que a sus 37 años iba a liderar al equipo kazajo en sustitución de su compañero. La escuadra que dirige, entre otros, Alexander Vinokourov, vivirá un durísimo trance en un Giro marcado por la tragedia y en el que su baza será cazar etapas con Luis León Sánchez. También faltará el equipo Androni, habitual en los últimos años, que no ha recibido invitación este año pese a ser de los grandes animadores habitualmente.