Dos caras y un poco de vértigo (83-78)

No pudo ser. El Unicaja compitió y peleó hasta el final, pero en los instantes finales fue el Valencia el que consiguió mantener la cabeza fría y el que se metió en la gran final de la Supercopa Endesa, que este año se disputa en Gran Canaria, gracias a la victoria ante el conjunto cajista por 83-78. A los de Joan Plaza les condenó una muy mala primer parte, aunque se repusieron en el segundo tiempo y mostraron una versión mucho más positiva.

El equipo taronja comenzó el encuentro muy enchufado, metió 19 puntos en menos de cinco minutos y veía aro con demasiada facilidad. Los cajistas no empezaron mal en ataque, pero la defensa fue floja, muy floja. A Plaza no le estaba gustando nada lo que sucedía sobre el parqué e hizo los primeros puntos en busca de una reacción defensiva. Pero la sangría no se cortaba, sobre todo por culpa de un Erick Green que enchufó 10 puntos en el primer cuarto. El acierto exterior permitió a los valencianos abrir brecha en tan sólo diez minutos ante un Unicaja tierno e impreciso.
El segundo cuarto empezó de manera parecida. Valencia metía todo lo que tiraba, anotaba excesivamente fácil. Fue Salin el que despertó al Unicaja con dos buenos triples cuando las cosas se habían puestos muy feas (-17). El finlandés necesita muy poco espacio para anotar desde el perímetro y es listo a la hora de defender, como demostró instantes después sacando una falta en ataque. A nueve se pusieron los cajistas, que poco a poco se iban encontrando en ambos lados de la pista. A falta de tres minutos para el descanso, el equipo malagueño seguía nueve abajo, pero las sensaciones iban siendo mejores, sobre todo en tareas defensivas, pese al festival de Green. Sin embargo, el tramo final del segundo cuarto volvió a ser malo, con especial mención para unos muy discretos McCallum y Shermadini, y la primera parte acabó 50-36.
El paso por los vestuarios sentó bien al Unicaja, que tras algo más de cuatro minutos se puso a cuatro gracias a una defensa mucho más agresiva y ordenada y a los buenos minutos de McCallum y Augustine, que tiraron del equipo de Plaza. El Valencia reaccionó, y aparecieron Sastre y Pleiss para dar aire a los suyos. Pero el conjunto cajista consolidó su mejoría y gracias a un triplazo final de Nedovic se marchó al último cuarto tan sólo a tres de los valencianos (66-63).
El cuarto y definitivo periodo empezó con nervios por ambos lados, pero el Valencia despertó antes que el Unicaja y abrió una pequeña brecha de nuevo (71-63). Al equipo cajista, cuando más cerca lo tenía, pareció entrarle vértigo. Es muy difícil ganar a un partido de este calibre sin anotar durante casi cinco minutos en el último cuarto, pero Nedovic no estaba por la labor de bajar los brazos y cambió el devenir del partido con varias jugadas eléctricas marca de la casa. Una canasta de Brooks igualó la contienda a falta de algo menos de tres minutos para el final (75-75), pero un par de decisiones controvertidas de los árbitros, incluida una rigurosísima falta pitada sobre Augustine, y una canasta de San Emeterio volvieron a poner con +3 al Valencia, que tuvo la cabeza más fría en los instantes finales y acabó logrando el pase a la final (81-78).
Ficha técnica:
83 - Valencia Basket (31+19+16+17): Green (18), Vives (2), San Emeterio (11), Doornekamp (6) y Pleiss (13)-cinco inicial-, Diot (5), Dubljevic (10), Sastre (9), Thomas (9) y Martínez (0).
78 - Unicaja (18+18+27+15): McCallum (7), Díez (5), Nedovic (23), Shermadini (3) y Brooks (14)-cinco inicial-, Soluade (3), Díaz (1), Salin (10), Waczynski (2), Augustine (8) y Suárez (2).
Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Carlos Peruga y Francisco José Araña.Sin eliminados.
Incidencias: Primera semifinal de la Supercopa Endesa 2017 disputada en el Gran Canaria Arena con presencia de unos 7.000 espectadores.