Un ratón del área
Por Antonio Fuentes (@_antoniofuentes) IIILa economía está apretando a la mayoría de equipos de la liga española y el Sevilla no se libra de ello. De ahí que el equipo de trabajo de Monchi tenga que redoblar esfuerzos para conseguir en el mercado el 'bueno, bonito y barato', casi una quimera en el fútbol actual en el que los clubes pudientes tiene más que rastreado el mercado.
En esa búsqueda incesante de talento barato, el club hispalense ha fichado al máximo goleador de la recién terminado liga rumana, Raúl Rusescu (Ramnicu Valcea, 1988). Ese delantero, que ya ha debutado con su selección absoluta, viene de cuajar una temporada buenísima en el Steaua de Bucarest, con el que ha ganado la liga y llegó a octavos de la Europa League (cayendo ante el Chelsea, a la postre campeón).
Los datos de Rusescu dejan claro que es el mejor delantero que se podía encontrar en la liga: 21 goles en el campeonato doméstico (cuatro de penalti) y otros cinco en la Europa League (uno de ellos supuso la victoria ante el Chelsea 1-0 en la ida de octavos).
Raúl Rusescu es un futbolista cumplirá 25 años el próximo mes de julio y llega al Sevilla en su mejor momento. Es diestro, aunque puede rematar con la zurda y se podría definir como el típico delantero oportunista de área. Sabe estar siempre colocado en el lugar idóneo para terminar la jugada y, además, posee un gran disparo de media distancia con su pierna diestra.
Como decía Monchi, "no es el sustituto de Negredo". Y es cierto, ya que por cualidades Rusescu tiene muy poco que ver con Álvaro. Es menos nueve que él, pero más ratonero. Es más, podrían jugar perfectamente juntos, con el rumano por detrás del español.
El nuevo jugador del Sevilla no es un virtuoso de la técnica ni mucho menos. Suele golpear de primeras cuando está en posición de remate y, si no lo está, busca siempre como primera opción encarar portería y probar suerte. No pierde el tiempo en adornos ni cae en intentar regates para los que no está capacitado.
Su buen físico, 180 cms. y bastante potente, le convierten en un gran llegador. Es un jugador de mucha brega y obsesionado con el gol. Además tiene mucho carácter, lo que tendrá que controlar en la liga española si no le salen las cosas.
Tras criarse en la cantera del CSM Ramnicu Valcea de su ciudad natal, Rusescu fue fichado por el Unirea Urziceni. Allí le costó trabajo encontrar su sitio y fue cedido, dos temporadas, al Dunarea Giurgiu y al CS Otopeni. A su vuelta al Unirea, en la temporada 2008/09 ganó la liga.
Al año siguiente quedó segundo y jugó la Liga de Campeones. En el verano de 2011 fue fichado por el Steaua, donde no tardó en ser un fijo en las alineaciones (marcando 15 goles el primer año).
