La nueva Romareda, un poco más cerca
Después de más de una década de proyectos inconclusos, la construcción de un nuevo estadio en la ciudad de Zaragoza parece encontrarse un poco más cerca. El proyecto superó en la mañana del martes un nuevo escollo en el Ayuntamiento de la capital del Ebro.
Se trataba de la aprobación del nuevo Plan de Ordenación Urbana por el que se permite ampliar la parcela del estadio al tiempo que se incluyen algo más de 20.000 metros cuadrados de zona comercial en su interior. Una votación que salió adelante con el apoyo de la mayoría de partidos políticos, lo que incluye PP, Vox, Ciudadanos y Podemos. Por su parte, Zaragoza en Común decidió abstenerse y el PSOE votó en contra.
En el caso de Podemos, la formación morada llegó a un acuerdo con el concejal de Urbanismo por el cual el equipo de gobierno se compromete a que las obras de reconstrucción del campo deberán ser compatibles con que el Real Zaragoza siga jugando en el estadio durante la reforma; los ingresos que reciba el consistorio por la explotación de La Romareda deberán servir para financiar la futura Ciudad del Deporte que exigen los morados; y, por último, la titularidad de los suelos del estadio así como del edificio en sí seguirán siendo públicas.
Por su parte, el PSOE ha argumentado su voto en contra basándose en la “opacidad” del proceso y reclama “sentarnos a negociar el modelo de explotación”. Solicita a su vez una aclaración sobre el régimen en el que se cederá el equipamiento público, presumiblemente al Real Zaragoza, para que este se haga cargo de financiar las obras a cambio de obtener los ingresos generados por el campo de fútbol durante un periodo de tiempo previamente establecido.
De esta manera, la construcción del nuevo estadio de La Romareda da un paso hacia delante importante y, como indicó el director general del Real Zaragoza, Raúl Sanllehí, acelera hacia la candidatura del Mundial de 2030, para lo que el ejecutivo catalán preveía como necesario iniciar las obras en 2024.
