La mentira piadosa de Iago Aspas al pequeño Thiago

Las imagen de Iago Aspas con lágrimas en los ojos se ha convertido, sin duda, en la imagen de la jornada y a buen seguro, en una de las que marcará la temporada al término de la misma. Ya en frío, Aspas quería explicar la mezcla de sentimientos que provocaron su llanto sobre el verde de Balaídos tras conseguir la remontada ante el Villarreal.

"Me supera todo un poco, el ambiente, la gente, la responsabilidad, el mal año del equipo y el orgullo, por supuesto. Al terminar el partido me fui para casa, tengo a la niña pequeña de cinco meses", explicaba Aspas en los micrófonos de Tiempo de Juego. "Mi niño, me preguntó al salir del campo por qué lloré allí. Desde el palco me vio en la televisión llorar y por eso me preguntó, le dije que era por una pupa, por una herida, no le podía explicar la situación, le dije que por la pupa porque sabe que estuve lesionado mucho tiempo", añadía.

Aspas ha pasado un auténtico calvario durante estos meses, por ello la reacción tras ser sustituido ante el Villarreal: "He vivido muchos, muchísimos y este es uno de ellos. Quizás no más que otros pero entre la emoción por todo el tiempo parado, la situación, me desbordó un momento. Son cosas que tiene el fútbol, lo bonito que es y lo que vive uno como futbolista", aseguraba.

Cuestionado por la necesidad por ayudar a sus compañeros, el moañés reconocía que ha sentido un poco de presión: "Este último mes y medio todo el mundo que me veía por la calle me preguntaba cuándo vuelves. Los compañeros, el club, hasta casi lo masajistas...".

Asimismo, Aspas recordaba su sentir al ver cómo la afición celeste apoyó al equipo desde mucho antes de que echara a rodar el balón: "Emoción, satisfacción, alegría porque no nos merecíamos ese recibimiento. Llevábamos cuatro puntos de los últimos 36, a cuatro puntos de salir del descenso, con el campo lleno hasta la bandera y nosotros perdiendo 0-2 al cuarto de hora. Por suerte los partidos duran 90 minutos, y con la garra y ayuda de la gente, aunque otros días hemos hecho mejor fútbol, con ganas también se puede salir de ahí abajo", explicaba.

E insistía: "Sé que era difícil creer. Pocos creían en esa gesta de darle la vuelta al resultado. Yo sí creía, no lo sabes al cien por cien, pero con el 1-2 les metimos el miedo en el cuerpo. Al meter el gol de falta a los cinco minutos de volver del vestuario a ellos les hizo mucho daño".

Por otro lado, Aspas se mostró satisfecho por no haber forzado antes y que la empresa ante el Villarreal se resolviera de aquella manera: "Llevaba entrenando bien dos semanas, ya en el partido en el Bernabéu estaba sin molestias pero no bien físicamente, por eso decidimos esperar una semana más aprovechando el parón para hacer una mini pretemporada de 10 días de mañana y tarde para volver a punto".

Ahora, la vista de Aspas ya está puesta en el partido del miércoles ante el Huesca. Se encuentra "cansado, después de estar tres meses sin competir se nota bastante", pero le invade una "alegría inmensa, satisfacción, mucha euforia", que será clave en el devenir del Celta de aquí al final de la temporada.