Victoria de fe

Costó... y mucho, pero finalmente, el Real Valladolid se llevó los tres puntos ante el Sevilla Atlético, el farolillo rojo de Segunda División, que a punto estuvo de sacar algo positivo de su visita a tierras pucelanas. Un gol de Luismi Sánchez en los últimos minutos del encuentro dio el triunfo a los suyos, que ya suman 35 puntos y, con dos victorias consecutivas por la mínima, vuelven a asomarse a la zona alta.

 
Quizás empujados por el buen ambiente que había en las gradas del Nuevo Estadio José Zorrilla tras el éxito de la iniciativa del club contra la leucemia infantil, tanto el Real Valladolid como el Sevilla Atlético salieron con ganas al terreno de juego. Con dos líneas de cuatro muy juntas, y Anuar Tuhami y Jaime Mata por delante, la misma idea que había utilizado Luis César Sampedro en el último encuentro en Barcelona, el primero en avisar era precisamente el delantero. Su remate, tras centro de Antoñito Regal desde la derecha, se estrellaba en la cepa del palo izquierdo de la meta sevillista, convirtiéndose en la antesala de un intercambio de golpes entre ambos conjuntos que, sin embargo, ninguno lograba aprovechar.
El propio Mata disfrutaría de más de una opción, pero unas veces por caer en fuera de juego y otras por no estar demasiado acertado ante la meta de Juan Soriano, se le resistía el gol que tantas otras veces a lo largo de la temporada había podido anotar en los primeros minutos.
El alto ritmo de juego pasaba factura a dos de los futbolistas que habían estado entre algodones durante toda la semana. Tanto Carlos Fernández, en los visitantes, como Kiko Olivas, por parte local, se veían obligados a abandonar el campo con molestias y no podían terminar una primera parte que llegaba a su fin con Guillermo Cuadra Fernández protestado por sus últimas decisiones disciplinarias.

El inicio de la segunda mitad no difería en mucho a lo visto antes del descanso. El dominio seguía correspondiendo a un Pucela que no acertaba con la portería rival. Anuar, tras una gran jugada, rozaba el tanto con un disparo desde la frontal que se marchaba fuera ajustado al palo. Pero el filial también dejaba en el aire el devenir del partido con un remate de cabeza de Borja San Emeterio en un córner.
Los minutos pasaban y la grada comenzaba a impacientarse. Los vallisoletanos no podían con el colista y los continuos parones parecían encaminar el duelo al primer empate sin goles de la temporada. Mata seguía reñido con la portería y no lograba desatascar un encuentro cada vez más complicado. Luis César decidía mover ficha y buscar el revulsivo que cambiara el resultado, dando entrada a Giannis Gianniotas y Chris Ramos.
Los últimos minutos eran frenéticos, con un Real Valladolid volcado en el área hispalense y un Sevilla Atlético que tenía el triunfo en las botas de Marc Gual, cuyo remate franco lo salvaba Jordi Masip. Pero, como en el Mini Estadi, a cinco del final el Pucela iba a encontrar el premio a la insistencia. Jaime Mata recibía la pelota de espaldas a la portería y veía perfectamente Luismi, al que cedía atrás para que hiciera justicia y diera los puntos a un equipo que vuelve a asomarse a la zona alta.