"He nacido y vivido para morir por el Valencia Club de Fútbol"

El Valencia CF ha anunciado en el día de hoy la jubilación de Bernardo España "Españeta" tras 55 años de servicios al club de su vida. El club ha decidido que ´Españeta´, ejemplo de profesionalidad y entrega a los colores, santo y seña del valencianismo, reciba el cálido homenaje de la afición en los actos previos a la disputa del Trofeo Naranja, este sábado, día 13 de agosto. Por tanto, Españeta será el último hombre en salir en la presentación para recibir la ovación de Mestalla y el cariño del valencianismo.

Bernardo España 'Españeta' es toda una institución de la entidad, y en una entrevista concedida a VCFplay ha repasado algunos de los mejores momentos vividos durante su extensa trayectoria. Españeta ha recordado a algunos de los futbolistas y entrenadores que le marcaron: "Yo empecé de recogepelotas y haciendo de chófer de Mundo después de los entrenamientos. Kempes ha sido como un hermano. Los días de partido hacíamos apuestas y yo tenía que pararle balones que él me centraba desde el córner. Normalmente si me la tiraba bien ganaba yo", recuerda. 

El hasta ahora utillero también ha tenido unas palabras para otro histórico entrenador del club, Alfredo Di Stéfano, al que califica como un "mónstruo", del mismo modo que lo hace con el lateral izquierdo italiano Amedeo Carboni. Una de las últimas anécdotas de Españeta con un jugador fue con el central Shkodran Mustafi, que le grabó en un descuido cuando se había quedado dormido en el vestuario. "Me quedé dormido por el cansancio. Es un cabronazo", manifiesta Españeta entre risas.

Segundo Tiempo sin goles estaba un poco aburrido españa es el hombre del partido pic.twitter.com/eeIqXIa2vR
— Shkodran Mustafi (@MustafiOfficial) 18 de febrero de 2016

 
Españeta, de 78 años, ha recordado sus inicios en el Valencia CF. "Un accidente de moto me truncó la carrera y empecé de recogepelotas cuando el jefe era Ricardo de la Virgen. Yo he visto construir este campo, he visto la tribuna con sillas de mimbre. En un lavadero que había en Mestalla se lavaba la ropa para el día siguiente", narra echando mano de mucha memoria. Ahora, tras 55 años sirviendo al club con amor y dedicación, Españeta echa la vista atrás y manifiesta que el Valencia "se lleva en la sangre". "He sido el tío más feliz del mundo. Mucha gente me reconoce y me hace fotos. Eso para mí no tiene precio. He nacido y vivido para morir por el Valencia Club de Fútbol".