Ley Rafa en París
Rafael Nadal celebró este viernes en París su 36 cumpleaños con la clasificación a la decimocuarta final de Roland Garros en su carrera, una ronda en la que nunca ha perdido.
El español se convirtió en el segundo tenista más veterano que alcanza la final de Roland Garros, solo superado por los 37 años que tenía el estadounidense Bill Tiden en 1930, cuando perdió la final contra el francés Henri Cochet.
Si levanta el título el próximo domingo, además de sumar su decimocuarto título y su vigésimo segundo Grand Slam, se convertiría en el ganador más veterano en París, sustituyendo a su compatriota Andrés Gimeno, que lo ganó en 1972 con 34 años.
Rafa Nadal, de cumpleaños en París
Es la octava vez que Nadal celebra su cumpleaños sobre la tierra batida de París. En 2005, en el camino hacia su primer título, derrotó en semifinales al suizo Roger Federer en cuatro sets el día que festejaba sus 19 años.
Sobre la pista celebró también los 20, contra el francés Paul-Henri Mathieu, los 22 frente a su compatriota Nicolás Almagro y los 25 ante el británico Andy Murray.
El día de los 27 cayó el japonés Kei Nishikori y el de los 29 derrotó en cuartos de final al serbio Novak Djokovic.
El año pasado celebró los 35 con una victoria en segunda ronda frente a su coetáneo francés Richard Gasquet.
Nadal alcanzó la final número 30 de un Grand Slam en toda su carrera, de las que ha ganado 21. Está a una del récord que comparten Djokovic y Federer.
Un año después de haber sufrido la única derrota de su carrera en semifinales de Roland Garros, Nadal volvió a clasificarse para la final, una ronda en la que nunca ha caído.
El español la afronta en una temporada muy particular, marcada por un extraordinario inicio, en el que destaca su victoria en el Abierto de Australia, pero que se frenó en seco tras disputar la final de Indian Wells.
Ahí comenzaron los problemas físicos que le impidieron preparar la gira sobre tierra batida por una lesión en una costilla que le impedía respirar con normalidad.
Aceleró los plazos y estuvo listo para volver a jugar en el torneo de Madrid, pero sin el punto de forma necesario, por lo que cayó en cuartos de final frente a su compatriota Carlos Alcaraz.
Dolor en Roma dos semanas atrás
En busca de rodaje, fue al torneo de Roma, pero sus problemas en el pie izquierdo, que arrastra desde hace años, se agudizaron y acabó cojeando poco después de caer frente al canadiense Denis Shapovalov en segunda ronda.
"No estoy lesionado, vivo con una lesión (...) Yo juego para ser feliz, pero claro, el dolor te quita la felicidad. Mi problema es que muchos días vivo con demasiado dolor. Disfruto de lo que hago, pero me da muchos días de infelicidad", dijo entonces el español.
Saltaron las alarmas sobre su futuro, pero regresó a Mallorca y a los entrenamientos con la vista puesta en Roland Garros, su torneo favorito.
Desde que puso un pie en la capital francesa ha asegurado que no quiere hablar de su pie, que ha hecho algo para que no le provoque problemas durante el torneo, que dijo que prepararía de la mejor forma posible para darse posibilidades de victoria. Al final del mismo, prometió, contaría lo que le sucede.
Eso ha alimentado todo tipo de especulaciones, incluida la de su posible retirada. Él mismo la nutrió cuando, antes de su choque de cuartos contra Djokovic, afirmó que podía ser su último partido en Roland Garros.
Pero tras el espectáculo que dio aquel día frente al serbio, número uno del mundo y defensor del título, ese capítulo ha pasado a segundo plano. Nadal ha pasado a ser el gran favorito para levantar el trofeo. Luego se aclarará su futuro.
