Miles de botellas de champán riegan kilos de comida en Wimbledon
Las más de 400.000 aficionados que cada año se dan cita en el All England Tennis Club para asistir al torneo de Wimbledon llegan hambrientos de tenis pero, también, de fresas con crema, helados, "Fish&Chips", plátanos y pasteles, todo ello regado con litros y litros de champán francés.Paula Baena Velasco
Londres, 9 jul .- Las más de 400.000 aficionados que cada año se dan cita en el All England Tennis Club para asistir al torneo de Wimbledon llegan hambrientos de tenis pero, también, de fresas con crema, helados, "Fish&Chips", plátanos y pasteles, todo ello regado con litros y litros de champán francés.
Ver a estrellas como Nadal, Murray, Federer o Djokovic sobre la pista no parece estar reñido con placeres más mundanos como la comida y la bebida, algo de lo que el público da buena cuenta durante las dos primeras semanas de julio en las que se disputa el torneo más antiguo del mundo.
Aunque la tierra batida de Roland Garros ya es pasado cuando llega el tercer Grand Slam de la temporada, algunas reminiscencias francesas como el champán perduran sobre la hierba de Londres.
Y es que, según la organización, un total de 35.986 botellas de este vino espumoso galo son descorchadas durante el campeonato, en especial de la prestigiosa marca Lanson, cuyo precio asciende a 72,50 libras (84,5 euros) por botella.
La única capaz de competir en popularidad con la bebida francesa son las "Pimm's", una especie de sangría versión inglesa que mezcla limonada, manzana, naranja y menta con ron, ginebra o vodka y que son, por un precio mucho más asequible que oscila entre 6,20 y 8,30 libras (7,2 y 9,6 euros), otro 'must' en Church Road, llegándose a beber 263.712 vasos.
Pero no solo de alcohol se alimenta el público, que se decanta por el tradicional "Fish&Chips" (pescado con patatas), uno de los platos más típicos de Inglaterra, para llenar el estómago con 16.693 porciones consumidas.
Y de postre, como no podía ser de otra manera, 115.103 porciones de fresas con crema endulzan el final de la comida, una tradición que, según la leyenda, introdujo el rey Jorge V, coronado en 1911.
Hasta 28.000 kilos de esta fruta roja, en concreto 1,4 millones de fresas, se recolectan a mano en la granjas Huge Lowe, ubicadas en el condado de Kent (sur de Inglaterra), y se transportan hasta el exclusivo club inglés cada año.
Aunque algunos más innovadores deciden decantarse de postre por pasteles (20.650 unidades), helados (68.034) o plátanos, con 2.772 kilos vendidos.