Países Bajos, un debutante dispuesto a reivindicarse
Trondheim (Noruega), 12 ene (EFE).- Siempre a la sombra de la exitosa selección femenina de su país, la vigente campeona del mundo, los Países Bajos, afrontan su primera presencia en la fase final de un Campeonato de Europa como toda una reivindicación.,"Es su primer Europeo y están muy motivados. Además tras el triunfo de la selección femenina en el Mundial es como si ellos también quisieran demostrar que pueden hacer grandes cosas. Es el torneo de sus vidas", señaló el extremo español Ferrán S
Trondheim (Noruega), 12 ene .- Siempre a la sombra de la exitosa selección femenina de su país, la vigente campeona del mundo, los Países Bajos, afrontan su primera presencia en la fase final de un Campeonato de Europa como toda una reivindicación.
"Es su primer Europeo y están muy motivados. Además tras el triunfo de la selección femenina en el Mundial es como si ellos también quisieran demostrar que pueden hacer grandes cosas. Es el torneo de sus vidas", señaló el extremo español Ferrán Solé, que comparte vestuario con el central holandés Luc Steins en el Toulouse francés.
Los Países Bajos han tenido que aguardar casi sesenta años para volver a disfrutar de un gran torneo de selecciones, tras participar en 1961 en el Mundial disputado en Alemania y en el que los neerlandeses concluyeron en penúltima posición, tras perder todos sus partidos.
Una larga espera a la que los "oranje" pusieron fin el pasado 16 de junio tras vencer por 25-21 a Letonia, que llegaba ya clasificada al encuentro, lo que permitió a los Países Bajos acceder al Europeo como uno de los mejores terceros clasificados.
Triunfo en el que jugó una papel fundamental el explosivo central Luc Steins, que pese a sus tan sólo 172 centímetros de estatura, es la pieza sobre la que gira todo el juego ofensivo del conjunto neerlandés.
"Es un jugador muy rápido. Si destaca por algo es por su velocidad de movimientos y por su capacidad para leer el juego, para tomar siempre las decisiones correctas", advirtió Solé en declaraciones a la Agencia EFE.
Y es que pese a la cercanía de Alemania, donde militan una gran parte de sus integrantes, el juego de la selección neerlandesa se asimila más por su velocidad al de los países escandinavos, que al balonmano alemán.
Una tendencia que se ha visto acentuada desde la llegada al banquillo "oranje" del preparador islandés Erlingur Richardsson, ex entrenador entre otros del Füchse Berlín, que se hizo cargo de los Países Bajos en octubre de 2017.
De hecho, bajo la dirección de Richardsson el equipo neerlandés ya estuvo a punto de lograr el billete para el Mundial de Alemania y Dinamarca 2019, tras imponerse a Suecia por 25-24 en el partido de ida de la eliminatoria de clasificación.
Renta que los Paíse Bajos no pudieron defender en el encuentro de vuelta disputado en Suecia y en el que perdieron por 26-20. Una decepción que, sin embargo, sirvió a los neerlandeses para darse cuenta de los cerca que estaban de la elite continental.
Una brecha que el conjunto "oranje" confía reducir todavía más en los próximos años, gracias a la evolución de además del mencionado Luc Steins de jugadores como el primera línea Ephrahim Jerry, de 23 años, o el lateral derecho Kay Smits, de 22, que milita en las filas del Holstebro danés.
Jóvenes jugadores que encuentran el respaldo en veteranos como los extremos Bobby Schagen y Jeffrey Boomhouwer, así como el portero Bart Ravensberger, todos ellos con amplia experiencia en la Bundesliga alemana.
Una experiencia que no podrá aportar finalmente el lateral Fabian van Olphen, posiblemente el mejor jugador neerlandés de todos los tiempos, que pese a entrar inicialmente en los planes del seleccionador, no disputará el Europeo, tal y como ha ocurrido durante toda la fase de clasificación.
