La prensa alemana se deshace en elogios a su joven equipo de balonmano

La prensa alemana se deshace hoy en elogios a la joven selección de balonmano que se obtuvo el título europeo en Polonia al imponerse con claridad a España en la final y destaca entre todos los protagonistas al portero Andreas Wolff."Todos fueron grandiosos pero hubo uno que sobresalió: Andreas Wolff", dice la revista deportiva "Kicker" en su crónica de la final.
"El territorio de Wolff. Alemania campeona europea de balonmano", es el título escogido por "Kicker" para la crónica.
En el original, la expresión "Wolffs Revier" hace alusión a una serie policíaca del mismo nombre y a la vez juega con el hecho que Wolff en alemán significa "lobo", con lo que el título alude al "territorio del lobo".
"Alemania derrotó a España 24-17 en la final. 12,98 millones de espectadores siguieron la retransmisión por televisión. Lo demás es fiesta", dice, por su parte, el diario "Bild".
El mismo rotativo incluye una cita de Andreas Wolff como título en portada que dice: "Ahora ganaremos el Mundial y el Oro Olímpico".
El "Frankfurter Allgemeine" empieza diciendo que Alemania "humilló a España en la final y de paso se aseguró la participación en los Juegos Olímpicos" y señala que "ante todo un jugador" tuvo un desempeño extraordinario refiriéndose a Wolff.
"Desde hace días Alemania era la sensación del torneo. Ahora es la medida de todas las cosas en el balonmano del continente", dice el diario de Fráncfort.
El "Südduetsche Zeitung" se centra en la figura de Wolff y hace un título ambiguo jugando con el doble significado del verbo "halten" que, según el contexto, puede significar tanto "parar" como "opinar".
"¿Que opina/para usted de España? Casi todo", es el título dedicado a la crónica de la final, ilustrada con una foto de Wolff.
"Un portero está para parar balones, eso es claro. Pero lo que hizo Andreas Wolff ante España es algo que se mueve entre la distorsión de la competición y la brujería", dice el diario.
En la red, hay montajes que muestran a Wolff evitando el célebre gol de Wembley, que encarriló la derrota de Alemania ante Inglaterra en la final del Mundial de Fútbol de 1966, y hasta impidiendo el hundimiento del Titanic.