¡Basta ya!
Los veranos, para el común de los mortales, son para descansar. Se trata de ese tiempo empleado en irse de vacaciones, tomar el sol, pasear, salir con los amigos e incluso, porque no, engancharse a alguna serie de televisión. La mía de este verano se llama Borgen.
Es una serie danesa de política. En ella, la primera ministra accede al poder gracias a una serie de pactos que le llevarán a tener que buscar el consenso y el diálogo casi de manera continua. Y eso le conducirá a tener que hacer muchos sacrificios personales en aras de conseguir lo mejor para su país.
En el Valencia los veranos no son ni de descanso ni de consenso. Siempre encontramos la manera de meternos en algún lío que nos impide avanzar hacia adelante en pro del bien de la institución. Somos muy dados a meternos en peleas que no llevan a otra cosa que a la división. Y ya lo dice la frase "divide y vencerás". Solo que aquí no necesitamos a nadie que venga de fuera a hacerlo. Ya nos encargamos nosotros de cavar nuestras absurdas trincheras. En lugar de buscar, como la primera ministra en Borgen "lo mejor para el país a través del diálogo y del sacrifico personal" lo que hacemos es tomar partido por un bando criticando al otro sin darnos cuenta que, en realidad, a todos nos une el mismo sentimiento: el Valencia CF.
Todos asumimos que cuando el pasado noviembre se vendió el club a Peter Lim, las reglas del juega cambiaban. Ahora había un dueño afincado en Singapur con un amigo-socio representante al que le encantaba hacer y deshacer en los clubes. El poder de Jorge Mendes en el VCF aumentaba en la misma proporción en la que muchos defendían, Salvo el primero, que la mejor oferta de compra era la de Lim. Por tanto es entendible, aunque muchos no quieran verlo así, que con el club ya en su propiedad comience el juego del "súper agente".
Pero en el tablero se ha encontrado con una pieza difícil de manejar. A Rufete le avala, de momento, el título de "Manager General deportivo" pero fundamentalmente su trabajo. En este caso no hay duda que todo lo que lleva a cabo lo hace con la intención de mejorar su club. No es como Jorge quien usa los clubes de escaparates de sus futbolistas representados para moverlos de un sitio a otro previo cobro de una comisión. Ese es su trabajo y su interés personal.
Más aún. El problema aparece cuando los intereses de uno y otro chocan (Imbula vs Caio) Es ahí donde unos y otros empiezan a cavar trincheras para tratar de defender su posición y arrastran adeptos en su camino. Ahí comienza la división.
Una división que impide avanzar. Mientras otros clubes van tomando decisiones y confeccionado sus plantillas aquí nos encontramos debatiendo si Imbula mejor que Caio, si Caio está realmente lesionado o es una maniobra para torpedear el fichaje del otro, si Otamendi está en el mercado y el dueño va a negociar los 50 millones de la cláusula, si Mendes, como contamos en Ondacero Valencia, ha hablado con el Real Madrid para ofrecerles la posibilidad de fichar al argentino si Ramos se va, si Lim le tiene que hacer caso a Rufete o a Mendes, si Lim está engañado por el super agente (dudo que una persona como Lim, que ha amasado su fortuna de la nada, se deje engañar por nadie), si Rufete ha dimitido, si tiene o no poder, si debería irse... Mil cuestiones que nada tienen que ver con lo que debería de ser un verano en un club de fútbol. Basta ya.
Por eso creo que ha llegado el momento en el que el dueño debería (no soy quien para decirle lo que debe hacer pero si tengo mi opinión) tomar una decisión para atajar definitivamente este conflicto. Si quiere un "Manager general deportivo" que vela, con mejor o peor acierto, por mejorar su propiedad que mantenga a Rufete. Si quiere seguir adelante con su amigo y socio que utiliza el Valencia CF para sus negocios con futbolistas entonces que lo destituya. Porque el tiempo del diálogo y consenso ya pasó y ninguno está por la labor. Ni Rufete va a dejarse manejar por Jorge ni Jorge va a dejar que Rufete le impida colocar/sacar los futbolistas que le venga en gana.
Y aunque nadie está obligado a dar explicaciones seria bueno que alguien del VCF saliera a contarle a los aficionados, esos cuyo único interés es la pasión y sentimiento por el club, lo que está pasando porque cada día se levantan con una sorpresa nueva.
Aunque os digo una cosa. No deja de ser el verano. Estoy seguro que cuando el balón eche a rodar, todos abandonarán la trinchera, se cargarán de ilusión y volverán a estar al lado de lo que de verdad importa: El Valencia CF.
Eduardo Esteve
Jefe de Deportes de Onda Cero
