Ziganda, los perros y como quedarse sin dedos

Hay un dicho inglés, ‘Let sleeping dogs lie’, lo que quiere decir más o menos, que si te muerde un perro la segunda vez no repites el fallo de ofrecerle la mano para que te la vuelva a morder… Después de ver el empate del Athletic Club en casa contra el Eibar de Mendilibar, sólo me queda esperar que Kuko Ziganda no sea dueño de perros, porque si es así, se va a acabar quedando sin dedos.

El Athletic, como sabemos todos, lleva 10 partidos invicto, pero dentro de esos 10 partidos hay 7 empates: algunos que damos por buenos, como la igualada contra el Real Madrid, y algunos que fastidian, como los sumados contra el Espanyol, Getafe o el Eibar.
Contra el Espanyol de Quique Sánchez Flores el Athletic peco de falta de ambición y se conformó con un punto; contra el Getafe Kuko hizo cambios para defender un 2-1 y acabamos 2-2 y pidiendo la hora después de ceder el balón al 'Geta' y, por último, contra el Eibar, nos pasó algo parecido.
  Luego llegó el momento que hizo estallar a San Mamés. El cambio de Susaeta en el 85 para meter a Mikel Vesga con idea de asegurar un punto. Lo que más me preocupa sobre el cambio es que Kuko no dijo que su fallo era ceder la iniciativa al Eibar quitando a Raúl García quedando media hora (igual que en Getafe), sino que dijo que su fallo era no poner a Vesga antes…  Es cierto que Susaeta no andaba muy fino… Es cierto que muchos reclamamos más minutos para Beñat, pero la ambición o la poca ambición del entrenador llega a los jugadores y se meten cada vez más atrás. En Getafe acabamos pidiendo la hora y pasó lo mismo en San Mamés contra el Eibar: el Athletic metido atrás como un equipo pequeño en el Camp Nou, pero con la diferencia que jugaba en casa.
Otra diferencia es que el Eibar, a pesar de hacer cinco cambios, sabe a lo que juega: después de 21 partidos de Liga, 10 de Europa League y 2 de Copa, aún no tengo claro que es la propuesta de Kuko. Algo que sí tengo claro sin embargo es que el Athletic puede ganar, empatar o perder, pero no puede tener la mentalidad de un equipo pequeño.
Por Paul Giblin, periodista de Bein Sports y athleticzale

@paulfromhull