Eterno Aritz

En la transmisión televisiva del partido de esta tarde de sábado entre el Athletic Club de Bilbao y el Deportivo La Coruña, el relator y el comentarista de turno ponderaban el dominio equilibrado del desarrollo del juego y del golazo que había marcado Colak, centrocampista del Dépor, con un chut de largo alcance, como un misil que se coló limpio en la portería de Gorka Iraizoz.

Apenas 4 minutos faltaban para que terminara la primera etapa de este partido correspondiente a la jornada vigésimosegunda de la Liga Santander. Y, como en tantas otras ocasiones, otra vez abajo en el marcador.  Pareciera que a este Athletic le sienta bien jugar con resultado desfavorable. Porque los segundos 45 minutos le pertenecieron en posesión del balón, en ocasiones de gol creadas y en los dos tantos convertidos.  El primero, de Iker Muniain, el pequeño Bart Simpson que empujó la pelota a la red con el último aliento, peleando, como un símbolo de lo trabajoso que resultaba para el Athletic remontar el marcador adverso.  El empate en uno parecía poner las cosas en su sitio: ni pa’ ti ni pa’ mí. Que ninguno de los dos equipos se otorgaban espacios ni se sacaban ventajas.  El destino puede ser caprichoso. Hoy, 11 de febrero, el delantero del Athletic Aritz Aduriz celebraba sus 36 jóvenes años sobre el césped de San Mamés. ¿Cómo no festejarlo con un gol, arropado por su afición? Pasaban los minutos y nada: podía más el capricho del destino que la vocación del jugador.  Pero la vocación está unida al corazón, al tesón, a las ganas. “Se sospecha que el sol es una pelota encendida, que durante el día trabaja y en la noche brinca allá en el cielo, mientras trabaja la luna, aunque la ciencia tiene sus dudas al respecto”, escribió el uruguayo Eduardo Galeano en su libro Fútbol a sol y sombra.  Esta tarde, en San Mamés, había un sol que rotaba lento sobre el área defendida por Tyton. Pero en cualquier momento podría volverse un balón encendido. Pudo más la vocación que el destino. Y a los 88 minutos, Aduriz, el eterno, el de siempre, marcó, desde un ángulo algo cerrado sacó su disparo con destino de red.  Yo no sé si alguna vez el fútbol llegará al Museo del Prado, cuando los curadores decidan realizar una muestra de las obras maestras del balompié. Para cuando eso suceda, ya tienen este meme: el de un Aduriz eterno, enmarcado en una pintura viva. Que, para ser pieza de museo, todavía le falta.  Feliz cumpleaños, Aritz. Zorionak.
Por Alejandra Herranz. Blogger argentina, athleticzale y periodista.  

@aleherranz

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