No mos fareu del Benfica (o sí)
Podríamos estar horas divagando sobre las relaciones de dependencia entre Valencia y el Benfica y sus flujos mercantiles. Pero vamos a hacerlo más rápido: el Valencia y el Benfica son... follaamigos. No tienen una relación formal pero de vez en cuando tienen unos encuentros que resultan especialmente provechosos. Igual para uno más que para otro, pero oiga, no vamos a entrar ahí.
Proponemos que vayan más allá. Formalicemos esa bonita amistad, diablos. A continuación deslizamos todo un listado programático destinado a que Benfica y Valencia intensifiquen su trasiego.
- Repatriación de Jonas: Hagamos como que no lo hemos conocido jamás. Jonas es un brasileño talentoso, muy despierto, con una capacidad goleadora innata, no como otros; y no miramos a nadie (sí, va por ti, Rodrigo). Muy veloz y de carácter caliente. Está un poco mayor, aunque también lo está Manuela Carmena y... El Valencia podría fichar a Jonas por 15 millones, tarifa plana.
- Unirse contra la la maldición de Béla Guttmann y la maldición de Koeman: Benfica y Valencia comparten especialmente una condición: sufren sendos y virulentos males de ojo. Béla Guttman sentenció a los lisboetas para que no pudieran ganar títulos europeos tras su paso y Koeman al Valencia para que no pudiera ganar títulos, así en general. Es hora de hacer una conjura común. Si nos puede costar menos de 15 millones, mejor.
- Cesión del águila: Proponemos que el Benfica le ceda su águila al Valencia para que antes de los partidos se puedan hacer espectáculos aéreos con ella. Aunque dadas las costumbres cinegéticas de la zona, igual la pobre águila acaba abatida y nos toca pagar 15 millones de indemnización.
- Descuento por el 'factor Angulo': El Benfica debería tener en cuenta las facilidades que el Valencia le puso en el pasado, haciendo, en un giro inesperado de los acontecimientos, para que Miguel Ángel Ángulo acabara en el eterno rival, el Sporting de Lisboa, marcando la sobrecogedora cifra de cero goles. Una aportación así no se paga no con 15 kilos. Eso merece un pequeño descuento en cada venta, ¿o qué?
Porque el fútbol, amigos, es ese deporte en el que dos equipos se venden jugadores y el Benfica siempre te acaba cobrando (al menos) 15 millones de euros. Todo normal.
Checheche
