Y tú ¿qué clase de equipo harías?

Si durante la temporada jugar a entrenadores es lo que más nos gusta a todos, debatiendo sobre quién y dónde debe jugar o si tal sistema es el ideal para nuestro equipo, si hay que presionar más arriba o esperar para salir a la contra, en cuanto suena el pitido final de la campaña, el puesto que todos pasamos a desempeñar en nuestro imaginario es el de Director Deportivo. Durante un par de meses, a todos nos gusta jugar a fichadores, vemos qué nos gusta en el mercado y comparamos lo que va llegando a nuestro equipo con lo que firman otros rivales. De algo hay que hablar y, en ausencia de partidos, el ficherío es lo que triunfa y más ahora que a golpe de youtube podemos ver las mejores acciones de cualquier futbolista, por muy remoto que sea su origen, y convertirnos rápidamente en expertos con dos minutos de bagaje en un jugador. Suele pasar.

Al igual que se pueden ganar partidos y títulos jugando de diferentes maneras y con todos los sistemas posibles, considero que también se puede acertar firmando jugadores desde distintas maneras de trabajar, opuestas incluso algunas de ellas, pero válidas en el apartado resultadista. Cada país tiene sus reglas, cada club su capacidad económica y cada dirigente su manera de organizar el club, delegando más o menos en sus profesionales. Hay entidades sin Director deportivo, otras con uno muy señalado y protagonista, hay grupos de trabajo amplios, otros más reducidos, clubes que se fijan casi exclusivamente en el mercado nacional…no hay una fórmula que asegure el éxito, ni siquiera el tener dinero en caja.
Solemos decir que con mucho dinero se ficha mejor, pero ni aún así los títulos se pueden garantizar porque, por mucho que gastes, a tu mismo nivel siempre va a haber otros equipos que gasten lo mismo o más, que compitan por lo mismo que tú y, al final, sólo habrá un ganador por mucho dinero que los demás hayan invertido. Hemos visto, por ejemplo, al FC Barcelona levantar una Champions en la que por el camino pasó por encima de dos macroproyectos económicos como el Manchester City y el PSG. Pero es que, en la élite, sólo puede ganar uno y no quiere decir eso que el resto de competidores hayan fichado mal, aunque en algunos casos sí.

Los más modestos...

En el otro extremo, en el de los clubes sin capacidad gastadora también encontramos diferentes filosofías a la hora de confeccionar la plantilla. Los hay que apuestan por el mercado nacional, normalmente por jugadores que acaben contrato o que hayan destacado en categorías inferiores. A esto sumamos un par de cesiones de canteranos de clubes importantes y nos puede quedar una plantilla competitiva, capaz de conseguir los objetivos sin duda. Pero como son muchos los conjuntos que acuden a ese mismo mercado, los hay que buscan por mercados menores, donde sí se puede adquirir talento exportable con el reclamo de venir a jugar a una liga mayor.
Otra opción es confeccionar un plantel plagado de cesiones, lo que por ejemplo al Rayo Vallecano le dio un estupendo resultado la pasada campaña, pero se encontró con el hándicap de tener que reconstruir todo el equipo unos meses después.
Los de Vallecas tenían cedidos de Atlético de Madrid (2), Villarreal (2), Oporto (2), Chelsea…pero Paco consiguió ensamblar todas las piezas y acabar soñando con ir a Europa. Ahora, Felipe Miñambres, especialista en reconstrucciones exprés, trabaja en el siguiente proyecto pero con el aval de haberlo hecho de maravilla varios años ya.
 Si exceptuamos a los dos gigantes de nuestra Liga, creo que fuera de concurso en prácticamente cualquier comparación con el resto de equipos, encontramos casos muy destacados en la confección de las plantillas. Por encima de todos, el rey midas se llama Monchi, cuyo balance de beneficio para el Sevilla es simplemente espectacular. Nadie duda de que pasan los años, los entrenadores, los dirigentes y los jugadores, pero el seguro de vida de Nervión es su Director Deportivo, que a una capacidad de trabajo tremenda, buen ojo y apuesta por un equipo de colaboradores de nivel suma una pasión y amor por los colores que siempre ayuda a dar un plus más. A todo ello añadiría un elemento que también se repite en otro de los mejores clubes en este sentido, el Villarreal.
Me refiero a la continuidad, a la existencia real de un criterio demostrable y de un modo de trabajar reconocible y que perdura en el tiempo. Antonio Cordón es la persona que lidera la dirección deportiva de los amarillos y se asemeja a Monchi en los muchos años que lleva al frente de esta parcela en su club y al buen grupo de trabajadores de los que se rodea. En los dos clubes se han vivido mejores y peores etapas, ha habido años de malos resultados deportivos y económicos, pero sus dirigentes han seguido manteniendo la estructura de la secretaría técnica y eso se ha demostrado un acierto.
Por ejemplo, cuando Monchi se dirija a un club o a un jugador, poca presentación necesita ya, más bien todo lo contrario, resultará halagador para cualquier futbolista que una persona con su capacidad apueste por ti y, de cara a pedir una cesión a un club top, pocas dudas tendrá ese conjunto de que es el Sevilla el lugar ideal para revalorizar a su futbolista. La maleta de éxito que acompaña a Monchi le ayuda, sin duda, a conseguir mejores jugadores y en condiciones más beneficiosas.
Si hablamos del Villarreal, la continuidad en una misma línea te hace ganar fama entre los profesionales y atraer el talento casi de forma natural. Por ejemplo, dada su demostrable apuesta por los jóvenes sudamericanos, a los que no duda en dar oportunidades, entiendo que para cualquier club o agente que tenga un chico que destaque, será el Villarreal uno de los primeros clubes a los que dirigirse. Eso te permite ir por delante en una carrera en la que, muchas veces, es más importante el prestigio y las oportunidades de futuro que el dinero.
En este sentido, hay equipos que podemos considerar de autor, en los que la mano del responsable de confeccionarlos es muy evidente. Destaco aquí un ejemplo reciente como ha sido el Elche de Víctor Orta y Emilio Vega. Pese a la sanción que le impidió completar la plantilla a mitad de agosto y que el club ilicitano tampoco es de los que pudiera gastar en fichajes, Orta (durante años la mano derecha de Monchi en el SFC), fue capaz de elaborar un plantel muy suyo, para la que no acudió a los mercados habituales, ni se dejó llevar por apuestas ‘seguras’. Su confianza en su trabajo y en el de su gente le hizo apartarse del camino habitual y apostar por una columna vertebral con el polaco Tyton bajo palos, el chileno Enzo Roco en el eje de la defensa, el joven croata Pasalic en la medular y un brasileño llegado de la Serie B italiana como Jonathas en la delantera. Todo aciertos, sin duda también gracias a la labor de Fran Escribá y de todo un equipo comprometido y unido ante la adversidad.
Pero en lo que se refiere a confección de plantilla, reconozco que me gustan este tipo de apuestas, en las que pese a no tener dinero, un director deportivo demuestra su capacidad y su agenda de contactos fiables para traer futbolistas que, sea compartiendo fichas, porcentajes, cedidos…te den un rendimiento deportivo alto y, también hubiera sido económico si el Elche no hubiera tenido los problemas heredados del pasado. Pero el buen trabajo queda ahí, como tarjeta de presentación para proyectos futuros.
Un equipo que, en su regreso a Primera también se puede decir que está apostando por ‘incorporaciones de autor’, menos conocidas para el público en general es el Betis. Con la contratación del valenciano Eduardo Macià para la dirección deportiva han llegado fichajes como el egipcio Tarek o el brasileño Petros, a los que se seguirán uniendo refuerzos con su sello personal. En el otro extremo está el Sporting de Gijón, que dada la imposibilidad de firmar el verano pasado tuvo que echar mano de su cantera por completo…y logró ascender con unos números que inciden en la idea inicial de que se puede llegar al mismo destino de innumerables maneras.

Los que terminan contrato 

Otro ejercicio habitual en estas fechas es el de elaborar listas con los jugadores que terminan contrato y que, estando libres, nos permitirían hacer un equipazo a coste cero. De entrada siempre aparece un once bastante resultón, pero conforme se van recolocando las principales piezas, la idea de que es un chollo acabar contrato ha ido a menos en los últimos años. Se suele decir que lo barato es caro y, en ocasiones, muy caro, sea por el rendimiento final o porque un futbolista pase a cobrar un salario muy elevado o de excesivos años ya que llega libre y hay varios equipos pujando por él.

Otros modelos

Si cruzamos nuestras fronteras, el horizonte nos muestra infinidad de maneras de confeccionar un equipo. Hay países con límites importantes para los extranjeros (Italia), otros casi sin ninguna barrera para los foráneos (Portugal o Bélgica) y algunos con cortapisas de internacionalidades (Inglaterra). En Rusia o Ucrania deben jugar un número elevado de futbolistas locales, con lo que el producto nacional se encarece en demasía y, en mercados más lejanos como el Golfo, China o la MLS tampoco hay barra libre ni en gasto ni en posibilidad de firmar extranjeros, por lo que todo ello influye a la hora de hacer un plantel.
Más allá de la reglamentación, están las creencias o la experiencia personal de cada Director Deportivo. Los he conocido que gustan de juntar a varios extranjeros de la misma nacionalidad y otros que huyen de juntar a más de dos compatriotas en el mismo vestuario, para evitar camarillas o grupos de presión. Los hay que priorizan que todos hablen español y a otros que no les importa que se escuchen cinco idiomas diferentes en el equipo. Hay equipos que han logrado sus objetivos con una media de edad muy elevada y otros en los que la juventud es su principal valor.
Existen clubes donde el entrenador tiene voz y voto en la confección de la plantilla, en otros es un órgano consultivo y también los hay en los que el técnico entrena, sin incidir en nada en qué jugadores se van firmando. Hay equipos que se firman muy rápido, que traen los deberes hechos desde meses atrás, mientras que otros prefieren esperar a que el mercado se mueva y vayan surgiendo oportunidades, aunque para ello se planten en la última semana de agosto con varios refuerzos por llegar. Repito, no hay una fórmula mágica que garantice el éxito, a éste se puede llegar desde la causalidad pero también desde la casualidad y lo que es seguro es que todos, absolutamente todos, cometeríamos fallos.
Seguro que conforme han ido leyendo han ido recordando errores de todos los equipos o directores deportivos mencionados, normal, es que es imposible y se da por más que seguro que se van a cometer errores. En esto y en cualquier otra faceta laboral, de lo que se trata es que los aciertos superen a los fallos, que los jugadores que no cuajen sean aquellos en los que menor desembolso se ha hecho o que las ventas futuras compensen las operaciones deficitarias. Por eso el medio-largo plazo nos dará siempre una mejor visión de la labor de los profesionales pues el cortoplacismo que suele imperar en el fútbol nos da una visión un tanto distorsionada.
Con todo lo expuesto, ahora que aún quedan muchas semanas para iniciarse la Liga y que el mercado aún se tiene que mover bastante, les lanzo la pregunta ¿qué tipo de plantilla confeccionarían ustedes? ¿Jugadores libres, inversiones controladas, correrían riesgos, mercado nacional, extranjero (y de qué países), cesiones, veteranos, jóvenes, acudirían a fondos de inversión en sus diferentes modalidades…? Y todo ello bajo el estricto control económico de la LFP, que vigila para que nadie se pase y llegue a un gasto inasumible. No es tan fácil como a priori nos parece y seguro que nos temblaría el pulso si tuviéramos que firmar con dinero de verdad y no de palabra, si nos fuera el cargo en ello y tuviéramos la responsabilidad de no defraudar a miles de aficionados que, cada verano, esperan que su equipo sea la sorpresa grata del campeonato.
Miguel Ángel Vara