La bolsa o el fútbol

 

 
Con la llegada de las televisiones al mundo del fútbol, el control sobre el deporte rey ha ido cambiando progresivamente de manos. Los aficionados, los socios de los clubes y los accionistas de cada sociedad anónima deportiva pintan cada vez menos en las decisiones que afectan al día y hora de los partidos de sus respectivos equipos, y esto afecta y de qué manera al normal desarrollo de la temporada y a la planificación de la misma. Primero llegaron las televisiones autonómicas, después algunas cadenas privadas y ahora todo se ha convertido en un "tejemaneje" en manos de grandes productoras y operadores de televisión, como si el fútbol se hubiese convertido en una función del "circo du soleil" que se puede programar a capricho o en una superproducción cinematográfica dirigida hasta en los más míseros detalles. 
 
Ante la evidente división existente en la Liga de fútbol profesional entre los que apoyan a Barcelona y Real Madrid a cambio de migajas que no les salvarán de su propia ruina y los que creen que otra liga es posible pero tragan por presiones... los dos todopoderosos mandan sobre la vida y costumbres de los aficionados y han decidido lanzarse al mercadeo de su propio espectáculo. Nos convencieron a todos a la fuerza de que el público asiático (por cantidad) era la panacea para vendernos por un módico precio y cubrir sus desorbitadas deudas con bancos e instituciones públicas. No contaban con que un partido de ping-pong suscitara mucho más interés que el Real Madrid, por mucho que lo programaran a una hora tan ridícula como improductiva. 
 
A los que nos gusta el fútbol y los fines de semana con esa "salsilla" de muchos partidos en una tarde, y nos ha gustado seguir la jornada de liga por la radio... estamos impotentes porque aquellos "carruseles" y aquella emoción de no saber desde dónde estaban cantando el gol, se está perdiendo deliberadamente en favor de un puñado de euros que la mayoría de clubes no verán ni en pintura. Con el firme propósito de sacarnos los cuartos a todos, la Liga de fútbol y las televisiones han decidido apropiarse definitivamente del "espectáculo" poniendo trabas y obstáculos a aficionados y profesionales. Ahora piden más dinero, demasiado, como si del precio del rescate a un secuestro se tratara. Éste camino no nos llevará a nada bueno. 
 
 
 
 
La última jaimitada ha sido re-cambiar el horario del partido contra el Granada, el cual se está haciendo famoso antes de ser disputado. Con la excusa de amoldarnos a un horario más adecuado al siberiano invierno bilbaino, se propusieron adelantar el partido diez minutos (19:50) y ahora lo han vuelto a ajustar para las 19:45. Intuyen que la gente no irá al fútbol si toca volver a casa a las tantas, pero rectifican tarde y mal porque entre semana mantienen todavía el horario de las 22:00 y porque el partido del Athletic en Mallorca volverá a jugarse un Domingo a las 20:00. Algunos socios veteranos del Athletic se plantean darse de baja si esto se convierte en habitual y los más "peques" se quedarán en casa porque sus obligaciones escolares les impedirán asistir al campo y verán a los leones tan solo en la "Play Station". 
 
El Athletic ha tenido y tendrá en los quince primeros partidos de liga un total de diez horarios distintos, y yo me pregunto: ¿Cuántos horarios y días de los aquí señalados podemos considerar como aceptables?: 
 
-Lunes 22:00 Osasuna en San Mamés. 
-Miércoles 20:00 Málaga fuera. 
-Jueves 22:00 At.Madrid en San Mamés. 
-Sábado 18:00 Villarreal en San Mamés. 
-Domingo12:00 Real Sociedad y Sporting fuera. 
-Domingo 16:00 Rayo en San Mamés. 
-Domingo 18:00 Sevilla fuera. 
-Domingo 19:45 Granada fuera y Racing en San Mamés. 
-Domingo 20:00 Valencia fuera, Barcelona en San Mamés y Mallorca fuera. 
-Domingo 22:00 Espanyol fuera y Betis en San Mamés. 
 
No contamos los partidos de la UEFA Europa League que se han disputado los Jueves a las 19:00 y a las 21:05 de la noche respectivamente, ni tampoco los de la Copa del Rey que también se jueguen entre semana y vaya usted a saber a qué horas. El partido con menor afluencia de público a San Mamés de lo que va de temporada ha sido el del Atlético de Madrid, y no precisamente por las condiciones climatológicas. ¿Cómo se puede poner un partido un Jueves a las diez de la noche? 
 
Y voy más allá, porque con la que está cayendo ¿Quién se puede permitir pagar medio-días del club y partidos europeos además de un carnet que sigue subiendo hasta alcanzar cifras récord?. La respuesta la tiene la junta directiva en el gélido ambiente de los partidos UEFA, una competición desvirtuada y sin interés en la que una cuadrilla de cincuenta tarados venidos del norte para ser enjaulados como animales en cautividad... hace más ruido (molesto sin duda) que los hipotecados asistentes rojiblancos. Llueve sobre mojado y pagar para aguantar a estos borregos no tiene sentido, quizás por eso el club haya decidido despachar las entradas que se quedan en taquilla como si de una oferta del Eroski se tratara (igual que hacen otros clubes con menos socios y abonados). A partir de ahora, cuando te rebajen el precio una lata de atún por comprar dos, no lo veas como una promoción o una oferta. Llámalo bonificación. 

 
Si nos obligan a elegir entre la bolsa o el fútbol, como si de un atraco en plena calle se tratara... que no duden que la mayoría elegiremos la bolsa y se quedaran muy solitos sin nuestro ruinoso "concurso". Evidentemente, no son responsables de este despropósito solamente los dueños del fútbol o el trio calavera: Roures, Tebas y Astiazarán; sino que también son cómplices de semejante secuestro todos y cada uno de los clubes que han firmado sus contratos con estos "operadores" a cambio de un puñado de euros como único modo de supervivencia (y por supuesto que incluyo al Athletic).  
 
Con tanto parón provocado por las pachangas varias, programadas sin piedad ni criterio futbolístico por la Federación española, no nos queda más remedio que atender a la sarta de imbecilidades que se publican en algunos medios, dejando patente cuál es el estado de salud de buena parte de la profesión periodística. La última, plantear la renovación de Bielsa en Noviembre y justo cuando el equipo atraviesa su mejor racha de resultados de la temporada en la jornada undécima. Tan oportunista como desconfiada se me antoja tal cuestión. Ni es el momento, ni debería de hacerse pública como se hicieron otras, ni creo que corra tanta prisa. 
 
Si dentro de dos meses los resultados no acompañan y ya le hemos firmado al señor Bielsa una renovación a varios años... los que se opusieron a tantos años con Caparrós y Arrinda, los que viven felices en su Bielsismo (votantes confesos, técnicos "pelotas" en paro que buscan acomodo, y periodistas interesadamente escorados), aquellos que después de dos meses de dudas y angustia resultadista han salido a la luz como en años anteriores para atizar... se verían obligados a salir de nuevo a la arena mediática para censurar semejante "cheque en blanco" a cambio de buenas intenciones. Aquí manda Bielsa y más de lo que algunos quieren reconocer públicamente mientras Lezama espera impaciente, asiente y consiente como ya hiciera con otros. El "loco" renovará si quiere, cuando quiera y con sus condiciones. Loco sí, pero tonto no. 
 
AUPA ATHLETIC.