Verte correr, el mayor espectáculo del mundo

PROLOGO: "Salvo que una recuperación milagrosa de Bolt lo remedie, volveremos a tener dominio norteamericano en Pekín (2015)". *Oscar Fernández Villar (4 Julio, 2015)

"And the healing his begun" ("Y la curación empezó"). Van Morrison... Hans-Wilhelm Muller, galeno alemán que ha acompañado la carrera de Usain Bolt, "es el mejor médico del mundo; un gran, gran hombre", en palabras del portento jamaicano. Hans 'Healing' (Hans 'el sanador') es el médico que ha hecho posible que un velocista castigado con saña por las lesiones desde el principio de su carrera haya podido convertirse en el mejor velocista de todos los tiempos. Su 9'58 en el hectómetro, y sus 19'19 en los 200, ambos en el Mundial de Atletismo de 'Berlín 2009', son los actuales records mundiales...
  Sentenciar a posteriori es eso, sentenciar a sabiendas de los últimos hechos acaecidos, irrefutables, irreversibles e irreparables. Opinar luego del juicio final. Uno siempre acierta si dice que el  que ha no mucho fuera invencible ya no lo es porque ha dejado de serlo al ser derrotado por unos contrincantes que nunca se habían postulado como los dignos sucesores del derrocado rey. Perdón. Seamos prudentes. No nos pillemos los dedos con Christian Coleman, un estudiante de Tennesse de 21 años que atesora 9,82, doce centésimas menos que el tiempo que habría de costarle la plata en los mundiales de Londres que estaban al caer...  Usain Bolt, con el tiempo suficiente y debido, había anunciado que su finisterre particular sería el  mundial de Atletismo 'Londres 2017'. Y si lo hacía, uno piensa que el jamaicano, apoyado por sus mil asesores y ayudantes, estaba convencido, al cien por cien,  de que se haría con el oro en el 'relevo corto' y en la prueba reina de la velocidad, 100 metros lisos, el mayor espectáculo del mundo...  Un domingo triste pues era el de la clausura, mientras Bolt daba la vuelta al estadio al mismo tiempo que el público, su gente, enloquecía en muestras de cariño, admiracion y amor, los comentaristas de Eurosport se hacían eco de unas declaraciones de Michael Jhonson, el poderoso yanki de los 200 y los 400: "A Bolt le ha sobrado este último año". Marti Perarnau, legendario atleta (salto de altura: 2'21), y periodista en labores de comentarista, no lo rebatía.
  Si ambos opinadores tomaran  en cuenta que el espectacular cuerpo de Bolt era al mismo tiempo su más fiero enemigo; si reconocieran que Usain siempre corría 'al limite' porque las continuas lesiones eran sus más 'fieles amantes', en un ejercicio de coherencia, convendrían que a Usain Bolt "le han sobrado todos sus años de atleta de élite; y hasta sus oros, y hasta sus records en los 100 y 200 le habrían sobrado, y hasta su pose de arquero ante los focos habría estado de más".  Y a mí, sin embargo, asumiendo que me hallo fuera de escena, que tan solo me declaro 'mendigo de su fantástica velocidad de dibujos animados', me parecía que a Usain no le sobraba nada. Al contrario: le faltaban los Mundiales de 'Doha 2019', y, puestos a pedir, los Juegos Olímpicos  de 'Buenos Aires 2020', a los que habría llegado con 33 años suponiendo que su celebración fuera anterior al 21 de agosto, fecha en la que el portentoso velocista jamaicano celebra su cumpleaños. El 13 de agosto de 2017, dijo adiós con 30 'añitos', números preciosos, edad de ensueño, cifra redonda que perdería su carácter esférico el 21 del mes en curso.  "Le ha sobrado este último año". ¿Y si hubiera vencido en el hectometro, Michael Jhonson? ¿Mantendrías que ese oro de Bolt estaba fuera de tiempo y lugar? Victoria que, de no haber sido por una salida catastrófica del caribeño, tal vez la más deficiente de todas por el acometidas, se habría producido: los tiempos que yo tengo registrados así lo atestiguan...  Usain Bolt es un gigante, no un quejica. Así que cuando cargó duramente contra los tacos de salida, ese artefacto que catapulta a los velocistas, no lo hacía a humo de pajas: "Son los peores tacos que he conocido en toda mi carrera de atleta". Aún así, y a pesar de sus malos registros en las previas, y de una temporada de presuntos malos augurios, Gattlin, Coleman y Bolt impulsaron sus pechos hacia la línea definitiva con tanta igualdad, que la foto 'finis' fue la imagen en un puño que, cuando fue abierta para apuntar los registros, descifro los 9'92 de Gatlin, los 9'94 de Coleman y los 9'95 de Usain Bolt. En tres centésimas de segundos entraron los que habrían de subirse al podio. Vayamos a la salida. A esos tacos sobre los que las zapatillas que se hunden cubren unos pies  sumamente tensionados...
  Ciñéndonos a la salida, a la puesta en movimiento, el que más reflejos demostró fue Coleman, que le araño una centésima a Gattlin y...¡6 a Bolt!.  Dicho de otra manera: Usain le 'concedió'  "6 goles de ventaja a Coleman, y cinco chicharros al que habría de coronarse como campeón del mundo de los 100 metros lisos". A uno le suena como a aquella fanfarronada  infantil del "cuatro cambio y ocho 'acabao'; y os damos dos goles de ventaja"...
Erguidos hasta la plenitud, apretando los dientes en frenética carrera, Usain Bolt, a pesar de tantos pesares ventajistas, dejó a las claras  ser el más rápido a pesar de esa "evidente decadencia del ídolo; a su lastimosa decrepitud".  De haberse dado el caso de que los tres velocistas en cuestión se hubieran despegado de los tacos al mismo tiempo que Coleman, 'el más listo de las calles', y, ya totalmente verticales sus cuerpos, hubieran empezado a volar en idénticas condiciones, Usain Bolt se habría hecho con el oro deteniendo el cronómetro en 9'89; Gatlin, con la plata que le habría costado 9'91; y Coleman, con sus 9'94, intocables ya que su salida, la más rápida, fue tomada como referencia para poder establecer esta repetición virtual de una carrera de cien metros que Usain Bolt debería haber ganado aún 'sobrándole ese año' en su brillante carrera a la que alude Michael Jhonson.
Un Usain Bolt "decadente, hundido, sombra de lo que había sido, atleta casi decrépito", forzó al jurado, tras una salida desastrosa que daba clara ventaja a sus rivales,  a visionar la foto 'finis' para terminar deliberando que los 9'92 le daban el oro a Gatlin, los 9'94, la plata a Coleman, y los 9'95, el broce a Usain Bolt.  Ahora que Usain Bolt ya no hará que me levante de la silla para ver sus finales, en este preciso momento en el que escribo lo digo y lo siento, con el poso amargo que me dejó su no ganar en el hectómetro y su romperse en el 4x100, que el mundo, por favor se lo ruego, se quede con su 9'58 en los cien y los 19'19  en 'los doscientos de la curva' que en Moscú tan bien gestionara Pietro Mennea hasta fijar los 19'72 que tanto tiempo estuvieran  impresos en todos los luminosos.

Mennea no pudo estar ayer en el estadio de Londres. El 21 de marzo de 2013 'se salió de su calle' y 'fue descalificado', y hasta, incluso, condenado a la 'pena capital'. Sin él entre nosotros, entre ellos, los dioses del monte Olimpo, Sebastián Coe se hizo visible para que su figura nos recordara aquellas carreras a muerte contra Steve Owet en los 800 y los 1500. Alberto Juantorena, el cubano que ganó los 400 y los 800 en 'Montreal 76', colgando de los cuellos medallas; Alberto Juantorena, el "Elegante de las pistas".  Dioses al tartán de la tierra de Londres bajados. Los que un día nos visitaron para entregarnos su sabiduría regresaban a nosotros para comprobar si nos habíamos aprendido la lección. Dioses y Diosas: en el Olimpo, los legendarios atletas se reparten por parejas. Bajan y suben. Suben y bajan. Y vuelven a subir para nunca más bajar. Como Pietro Mennea. Y otros tantos y tantas desde el día aquel del primer pebetero encendido. Maratón...  A Sarita Estevez Garai le sigue fascinando la tenacidad del soldado griego Filipides, 490 A.C, muerto de fatiga tras los 37 kms desde Maratón hasta Atenas, mensajero de la victoria  de Atenas sobre Persia; o 213 kms uniendo en carrera ambos puntos para pedir refuerzos en pos de una batalla que no había terminado.  Bolt continúa dando la vuelta a la pista. Aplaude. Saluda. Agacha la cabeza en reverencia. La megafonía del estadio expande la música de Bob Marley. "No, Usain, no cry"...  ...."En este futuro prometedor no puedes olvidar tu pasado,    Así que seca tus lagrimas....    No llores, Usain    No llores, Usain"...
Por Luis María Pérez, 'Kuitxi', exfutbolista, mendizale y periodista