El Portu vence al Bermeo en un final de locura

Cuberia anota el uno a cero en el minuto 85'. El Bermeo empata en el 90' de una manera un tanto estrambótica. Bonilla marca en el 92'. Dos minutos más tarde, el árbitro decretó el final de un partido a cuyos minutos finales el Bermeo había llegado vivo merced a las prodigiosas intervenciones de Aitor Etxebarriazarraga, portero que fuera del Portu la temporada pasada. No era el único ex del Portu que milita en el Bermeo.

Kortabitarte, uno de los artífices del ascenso a Segunda B; Mario Sánchez y su zurda de oro eterna. Sergio Martín, uno de los héroes de Martos que el que escribe lo ubicaba fuera del fútbol federado por culpa de las lesiones que tanto le machacaban. Ioritz Bilbao, el escudero de Carlos Merino: junto a sus padres disfrute en Martos de aquel cero a tres goles bajo un sol de 'injusticia', por severo y cruel.  Comenzó atrevido el Bermeo de Toño Vadillo. Pero, poco a poco, fue reculando: ¿decisión propia o empuje del rival? El caso es que el Bermeo no conseguía llegar a las inmediaciones del área que defendía Pepelu. El Portu se echó el partido a la espalda. Portu, todo era Portu. Batalla 'campal' con sus heridos de guerra y todo. Dos bajas en el Bermeo. Dos cambios forzados. El partido viajaba raudo hacia su final...
  Fue entonces que Asier Nuñez trazó una diagonal preciosa y precisa a la teórica posición de extremo que ocupaba Garmendia, un lateral derecho convertido en extremo. Control de cine. Centro tocadito al segundo palo para que Mikel Cuberia machaque. Y cuando parecía que tras el gol, la nada para el Bermeo, la gloria para el Portu, en el 90', un pase raso que se intuía inocente, se envenenó hasta convertirse en gol ante la mirada de Sergio Martín, la de Asier Nuñez, que lo encimaba, la de Pepelu, que salía  al encuentro de lo que creía suyo y se vio sorprendido por el bote traicionero de un topo que Vaquero no advirtió a la hora de rapar el césped a las ocho de la mañana. La Florida enmudecio, porque la suerte parecía del todo echada.  Pero he aquí que, siendo un fin de semana de varios milagros, Garmendia (¿o fue Infante?: todo era confusión desde la distancia) tuvo la fortuna del disfrute de un balón a sus pies. La volvió a tocar al segundo palo evitando el poderío aéreo de Etxebarriazarraga. Allí, entonces, apareció providencial Cristian Bonilla para mandarla a la red. Se desató la locura en La Florida, así en la coqueta tribuna como en una bien poblada 'General'. Antes de esta ráfaga de goles, el Portu, en el 62', había disfrutado  de un penalti que Gabri lanzó y no transformó: ¿erró el media punta burgalés o acertó de pleno el portero del Bermeo al lanzarse felino al ataje?...
  Para que preguntar cuando la respuesta no se espera. Para que interrogar acerca del extraño gol del Bermeo. Ya en el bar de Trigo, fui advertido por Víctor de que a mis espaldas estaba Eskurza: "Eskurza... Esta Eskurza", Lo decía con tal sigilo que tuvo que venir Maite al rescate. Recogida mi bolsa de provisiones, salude a Docando, algo me comentó sobre el gol del empate. Algo le había oído sobre su lesión acontecida a la hora de festejar el gol de la victoria.   "Dos partidos, Luis, por levantar los brazos como muestra de desacuerdo, nada más". Le mire a Xabi Eskurza, el último '7' puro que ha tenido el Athletic Club. Le extendí mi mano y me la estrechó. Podría ser que no me la lave, a la mano me refiero, en el día de hoy, para mirar la palma como si fuera la pantalla en la que poder ver aquellas elegantes galopadas por la banda derecha de San Mamés que concluían con un doble recorte a su marcador y el consabido pase de la muerte. Se equivocó Eskurza, a mi parecer, al marchar a Barcelona abandonando el Athletic. Pero jamás me olvidaré de aquellas tardes en las que ver al extremo de Trapagaran era un goce para mis sentidos.

Por Luis Mª Pérez, 'Kuitxi', exfutbolista del Portugalete Club y periodista