La directiva del Barakaldo se faja en una asamblea crispada

La esperada asamblea informativa del Barakaldo no defraudó. Fue una caldera, hubo casi de todo en un ambiente muy crispado, dividido y viciado. La junta directiva que preside Orlando Sáiz confirmó que no se orilla de su carril, que las cuentas son positivas, a día de hoy, en 5.800 euros, que se conocerá el nombre del nuevo entrenador en poco tiempo, y que Iñaki Zurimendi, el director deportivo, se encarga ya de los fichajes y renovaciones. Las de Xabi Etxebarria o Xabi Galán así lo confirma.

Una asamblea muy poblada, con unos 500 socios, de los cuales intervinieron varios representantes de las Peñas, que pidieron explicaciones al cese del anterior entrenador, David Movilla. Orlando, que deslizó que era procedente, lo justificó amparado en varios altercados con Iñaki Zurimendi, y a las malas relaciones con otros clubes, agentes y directivos.
En una asamblea polémica, con los tres ex directivos dimisionarios presentes, además del propio David Movilla, que es socio y no intervino, Orlando se quejó de haber recibido amenazas por redes sociales. En el turno de ruegos y preguntas, las críticas arrecieron contra la directiva, que se mantuvo firme, acusada incluso de desviar ingresos. Orlando lanzó lo que sospecha que se avecina en un sector de la masa social del Barakaldo, con reuniones previas en busca de una especie de golpe de estado en la sombra: "No falta ni un duro, pero tenemos la convicción de que se quieren provocar elecciones anticipadas rompiendo esta junta a través de una operación orquestada", remachó. Añadió que se "pretende la dimisión de algún miembro de la directiva" y de esa manera hacerla añicos por número reglamentario.