Itálica, el ambiente de una prueba espectacular

Itálica vuelve a brillar con luz propia. La luz de uno de los escenarios más mágicos para correr, para disfrutar y para sentir. Las ruinas de Santiponce han vuelto a llamar al mundo, porque no hay otra prueba igual. Más de 4.000 atletas de todas las edades y de muchas nacionalidades dan lustre a una prueba espectacular. Ni el frío puede con ellos.

Una mañana con sol radiante pero unas temperaturas más típicas del Norte de España que de la calurosa Sevilla. En Santiponce no hay miedo a nada, aunque no haya barro, porque lo importante es participar. Los niños sonríen en cada zancada con el objetivo de llegar a la meta y decir que un día, muchos de ellos varios días, corrieron en Itálica. Y eso no lo puede decir mucha gente.
Porque en Itálica el ambiente es espectacular. Padres, madres y niños viven un día inolvidable en un marco incomparable. Mucha historia a la vista desde muy temprano. A las 9.00 horas ya había héroes sobre el circuito poncino, hasta poner el colofón a las 14.00 horas con la prueba internacional. Esa que queda en los anales, con campeones míticos, pero el resto tiene la misma importancia. O más.
Desde los benjamines hasta la prueba popular, en esta edición, ya la 35, dividida en dos. La organización ha hecho caso a los participantes y las mujeres tienen su voz y voto. Todos por igual. Si los emperadores romanos, los de Sevilla, vivieran hoy día observarían que Itálica es mucho más ruinas históricas. Pasen y vean. Y quien pueda, que corra el próximo año.