Monchi y Emery, por siempre jamás

Uno es querido, el otro criticado. Uno es sevillista y lleva el sentimiento a fuego, el otro es vasco y se va educando poco a poco en el sevillismo. Pero ambos son ambiciosos, son codiciados por grandes clubes y se entienden a la perfección para bien de un escudo y una afición.
Monchi y Emery, Emery y Monchi posiblemente formen una de las parejas mejor avenidas del mundo del fútbol español en la actualidad, español e internacional, entendimientos futbolísticos sobre el césped aparte. Dice Monchi que si pensara en un entrenador ideal para el Sevilla, con sus virtudes y sus defectos, con sus preferencias, con sus prioridades, ese se encarnaría en Unai Emery. Y no es de extrañar. Porque realmente forman un complemento tan vital que se ha convertido en un pilar de este Sevilla, en el que ya no está Del Nido, en el que el perfil del presidente es diferente y hasta el de los jugadores, quizás menos lustrosos, pero eficaces también.
El caso es que este binomio funciona, vaya si le funciona al Sevilla. Y sería buena señal que fuera por muchos años. El director deportivo asegura que por su parte así lo será, pues su sevillismo trasciende hasta su puesto. En caso del entrenador, de momento rechazó al Milan, que no es poca cosa, y sigue su buena línea con el club nervionense. La línea no será paralela, porque la lógica dictará que Emery en algún momento, tarde o temprano, tomará otros caminos, sobre todo teniendo en cuenta que no es del todo querido entre la afición sevillista y que a cada paso erróneo se le cargan algunas escopetas. Pero a día de hoy el Sevilla tiene la suerte de contar con ambos en total sintonía. Tal como para que el entrenador esté tranquilo esperando un mediocampista y tal como para que el director deportivo traiga a Krychowiak y sepa que su rendimiento será bueno desde el primer día porque el entrenador pueda sacarle rendimiento. 
Emery es un entrenador que se dedica a entrenar, sacar buenos resultados y optimizar el rendimiento de los jugadores. Tan sencillo, tan fácil. No es un tótem, no es un mánager, no es más que lo que tiene que ser. Y es uno de los mejores técnicos entrenando del panorama español.
Monchi es un director deportivo que trabaja mucho y bien en lo que debe, buscar jugadores que mejoren el rendimiento del equipo y del club, deportivo y económico. No se mete en más y no tiene aspiraciones más allá de su despacho. 
Quizás esa bien entendida limitación, confianza mutua y rendimiento compartido haya convertido a estas dos piezas en los auténticos pilares del Sevilla. Y, aunque algunos no estén muy por la labor de darle carrete, que dure, que dure por mucho, porque el Sevilla saldrá muy beneficiado.