Alonso relanza su McLaren Honda bajo la lluvia de Hungaroring

El MP4-31, la lluvia y cuatro banderas rojas fueron cómplices del español Fernando Alonso este sábado en el circuito de Hungaroring, el escenario donde en el año 2003 saboreó la gloria al rubricar la primera de sus 32 victorias en el Mundial de Fórmula Uno.Lucía Santiago
Hoy la conquista fue menor, pero la sonrisa reapareció en el rostro del asturiano. El dos veces campeón del mundo de la disciplina (en 2005 y 2006 triunfó a los mandos de un Renault) firmó la séptima posición en la sesión de clasificación del Gran Premio de Hungría. Ese es el más claro indicio de la evolución del McLaren Honda, un bólido que rugió bajo la lluvia en Budapest.
El desempeño de Fernando Alonso en condiciones mixtas permitió a la escudería británica dominar parte de la sesión de clasificación, tutear a Mercedes, Red Bull y Ferrari y rebasar a Williams.
Muy lejos de ellos, el equipo que completa el inglés Jenson Button sostuvo a menudo a lo largo de la temporada una lucha con escuderías que ni siquiera sueñan con la 'pole'. Su batalla fue, con demasiada frecuencia, por entrar en la Q3 y fuera de las diez primeras posiciones de la parrilla se encontró de manera repetida.
Ese objetivo lo consiguieron esta vez los dos campeones de McLaren Honda, ilusionados ante la oportunidad que la lluvia y las cuatro banderas rojas motivadas por los accidentes del sueco Marcus Ericsson (Sauber), del brasileño Felipe Massa (Williams) y del indonesio Rio Haryanto (Manor) les ofrecieron para llegar batir, incluso, a Ferrari.
"Podíamos haber terminado por delante de Sebastian Vettel", apuntó Fernando Alonso, contrariado por el error cometido en la última vuelta de la tercera ronda de clasificación.
"Hice un trompo, así que me queda un sabor agridulce", lamentó consciente de la circunstancia que desaprovechó.
La alegría, sin embargo, reapareció pronto en su discurso. "Estoy muy contento con la mejor clasificación hasta el momento", abundó.
Séptimo en todas las sesiones del fin de semana, Fernando Alonso confía en completar este domingo su mejor Gran Premio del año, tras el sexto y quinto puestos logrados en Rusia y en Mónaco.
"Saldremos por la parte limpia, que tiene alguna ventaja. Espero que podamos completar el mejor fin de semana de todo el año por ahora", deseó.
Reencontrarse con el triunfo, tras ver cómo su máximo rival por el título le rebasó en Austria y en Gran Bretaña será el ambicioso desafío que mañana afronte el alemán Nico Rosberg (Mercedes) líder del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno con un punto de renta sobre su compañero, el inglés Lewis Hamilton, y autor del mejor tiempo esta jornada en Hungaroring.
Una última vuelta perfecta, en la que esquivó la bandera amarilla que Fernando Alonso motivó con su fallo, le entregó la 'pole' número 26 de su carrera. Con esa cifra alcanzó al finlandés Mika Hakkinen.
Ajeno a estadísticas, el piloto de Wiesbaden explicó un día después de extender hasta 2018 su vinculación con Mercedes que sólo piensa en triunfar mañana en Budapest. No lo hizo nunca.
Sí Lewis Hamilton (2007, 2009, 2012 y 2013), Sebastian Vettel (2015) o Daniel Ricciardo (2014), quien al mando de su Red Bull amenazó con quebrar el duopolio de las flechas plateadas.
Fue tercero, a algo más de tres décimas de Rosberg, y se postula como sólido aspirante al triunfo del domingo.
"Estaremos ahí. Estamos lo suficientemente cerca de la cabeza como para poder luchar por la victoria", advirtió el australiano.
Por su parte, el español Carlos Sainz se mostró "sorprendido" por el rendimiento de su monoplaza en la Q3.
Tras tres sesiones de entrenamientos libres decepcionantes, el piloto de Toro Rosso, sexto en la sesión de clasificación, reconoció que no sabe "de dónde salió la vuelta" que le situó tras los dos Mercedes, los dos Red Bull y el Ferrari de Sebastian Vettel.
"En teoría, la pista estaba peor que en las tres sesiones de entrenamientos libres. Esto es confuso. Tendremos que analizar por qué hemos encontrado el ritmo en la 'qualy'", expuso.