Sebastian Vettel: "El circuito de Singapur es criminal, con baches y sin lugar para errores"

Cree que es una de las carreras más duras del año.

Sebastian Vettel llega a Singapur después de dos victorias consecutivas que le han 'disparado' en la clasificación general, en la que su ventaja con respecto a Fernando Alonso, su más inmediato perseguidor, supera ya los 50 puntos. Un tercer triunfo seguido del alemán de Red Bull dejaría el título visto para sentencia.
Sin embargo, Singapur no es una carrera más. Es un Gran Premio muy especial, con algunos factores determinantes que pueden influir en su desarrollo. El primero, cómo no, el hecho de ser una carrera nocturna. "Suena raro, pero debido al horario de la carrera, que empieza a las ocho de la tarde, tenemos que tratar de mantenernos en el horario europeo tanto tiempo como sea posible para asegurarnos de estar bien despiertos por la tarde y la noche. Yo me levanto a la hora del almuerzo y desayuno a las dos de la tarde, que serían las ocho de la mañana en Suiza. Es un poco raro comer por la noche y acostarse a primera hora de la mañana, pero es lo que hemos hecho en los últimos años, así que ahora se ve más normal que al principio", explica Vettel.
El líder del mundial espera repetir desde la pole y no tener que realizar adelantamientos en carrera. Pero, por si acaso, tiene claro cuál es la zona del circuito de Marina Bay en el que es más sencillo hacerlo. "El mayor número de adelantamientos se producen en la cuva ocho, y lo común es usar el DRS después de la curva siete", asegura.
Para Sebastian, una victoria en Singapur es algo muy especial, y no sólo por el significado que tendría de cara al campeonato. Además del horario, el circuito presenta las clásicas complicaciones de las carreras urbanas: asfalto bacheado y nulas escapatorias, por lo que un error de pilotaje te lleva directo contra las protecciones y arruina tu carrera. "Mis victorias en 2011 y 2012 fueron mis mejores momentos aquí. Creo que es una de las carreras más duras del año, así que ganar es algo increíble y el champán es más que merecido. Es una carrera muy larga, dos horas que no parecen terminar nunca. El circuito en sí es criminal, porque hay muchos baches y no hay lugar para errores", concluye el alemán.