Lucas Alcaraz, el último ejemplo de intromisión de Al-Thani

El rechazo a Lucas Alcaraz ha sido la última injerencia de Al-Thani, que desautorizó el acuerdo que el director deportivo ya tenía con el entrenador granadino para que fuera el técnico del conjunto blanquiazul la próxima temporada en Segunda División. 

Y no es la primera intromisión de Al-Thani. El pasado verano, sin ir más lejos, el presidente hizo durante buena parte del mercado de fichajes de director deportivo. La decisión que más se asemeja a la de Lucas Alcaraz fue la de Javi García. Míchel había pedido al jugador y la dirección deportiva tenía encarrilada su llegada, pero Al-Thani desechó su fichaje también a través de Twitter con una frase muy similar a la que escribió este jueves sobre Lucas: "Con todos mis respetos al jugador, Javi García no es nuestro objetivo en el Málaga. Así que, por favor, esa puerta está cerrada". 
La cosa no quedó ahí. El propietario se empeñó en fichar a Esteban Rolón como sustituto de Ignacio Camacho y el Málaga se gastó 3,2 millones de euros en el joven argentino, que acababa de ascender de Segunda a Primera en su país y que esta temporada no ha contado ni para Míchel ni para José Gonzaléz. Quiso a Rolón y lo fichó, pero desestimó otros nombres que había sobre la mesa como el del exmalaguista Adrián López. A pesar de todo eso, Francesc Arnau no dio un paso a un lado y fue destituido por el club a comienzos de octubre, dejando su sitio a Husillos.
El argentino, hasta lo ocurrido con la elección de Lucas Alcaraz como entrenador para el proyecto en Segunda, no había sufrido esas intromisiones tan descaradas de Al-Thani en la parcela deportiva, más allá de que en enero retrasara operaciones que llevaban cerradas varios días como los fichajes de Iturra o Alberto Bueno, que estuvieron un tiempo a expensas de que el propietario diera su visto bueno.
Pero las injerencias del jeque vienen de lejos. De hecho, en la anterior marcha de Mario Husillos también tuvieron bastante que ver intromisiones como las de Mastour, operación gestada por Al-Thani que salió como salió, o el propio fichaje de Javi Gracia, en el que hubo importantes discrepancias de partida. El propietario no se manifestó públicamente en ese caso, pero no era partidario de firmar al entrenador navarro, que acababa de descender a Osasuna, aunque finalmente accedió y Gracia completó dos años notables en Martiricos.