El Málaga más dominado: solo hay un precedente con peor posesión y puntuó
Al Málaga se le volvió a resistir la segunda victoria consecutiva tras el tropiezo por la mínima en Andorra. Los de Pellicer, como él mismo reconoció tras el partido, no ejecutaron bien el plan prepartido y faltó personalidad, valentía y precisión.
El famoso punto de inflexión de encarrilar dos triunfos seguidos no llega desde aquel 1-0 y 2-1 contra Tenerife y Las Palmas en las jornadas 16 y 17 de la temporada 2021/22, con José Alberto López en el banquillo. Más de año y medio sin repetir la alegría doble es un síntoma de irregularidad que desquicia al malaguismo.
Se llegaba al coqueto estadio del Andorra con el reto de recortar distancias con la salvación y ponerse a cinco puntos del Racing de Santander, pero el Málaga cayó en la trampa del Principado: el dominio de la posesión hasta convertir el partido en un rondo de 90 minutos.
Los de Eder Sarabia, serios aspirantes a ser el equipo revelación del campeonato, marearon al Málaga hasta el punto de rentabilizar con el gol de Mustapha Bundu un dato clave. Se quedaron con el 72% de posesión.
Con el portero Ritti ejerciendo de líbero y una precisión quirúrgica en salida de balón, el cuadro andorrano completó 669 pases, mientras que el Málaga hizo casi tres veces menos con 245. Hubo momentos del partido con el equipo malagueño en 16 y 18% de posesión, algo insólito para ellos en la presente temporada.
Hubo muchas pérdidas de balón y tan solo logró un robo en campo propio que devino en ocasión, la del disparo de Ramón al lateral de la red justo antes del descanso. "Es cierto que nos ha faltado personalidad. Perdíamos el balón muy rápido", reconocía Pellicer, que cambió de sistema en la segunda parte y terminó pagando ese paso adelante.
Precedente mejor aprovechado
El Málaga sólo ha tenido un partido donde olió menos la pelota que en Andorra. El que terminó en empate por 1-1 ante el Zaragoza, aunque ese día jugó con un menos desde el minuto 14 por la expulsión de Javi Jiménez.
En La Romareda sufrió mucho más -Yáñez fue consciente de ello con sus ocho paradas salvadoras-, la tocó menos (177 pases) y, aun así, generó más ocasiones claras y pudo arañar un punto con un golazo de Haitam. En Andorra, ni un solo tiro a puerta. La salvación sigue a ocho puntos, pero el abismo está ahora más cerca, a ocho partidos de distancia y sin margen de error.
