Otra vez 'sin' delanteros

Por segundo verano consecutivo, el Málaga empieza a planificar la próxima temporada con el hándicap de tener que conformar de cero una delantera nueva. A día de hoy, el único ariete puro en propiedad es Michael Santos, que por otro lado dispone de una cláusula para marcharse cedido si viene un Primera y paga su ficha, opción de la que ya hizo uso el curso pasado para marcharse al Leganés.

Blanco Leschuk, el nueve de referencia malaguista en la 2018/19, llegó en calidad de cedido por el Shakhtar Donetsk y el club ya le ha comunicado que no ejercerá la opción de compra que tenía por él de 2,5 millones de euros, aunque se podría intentar volver a contar con el argentino por otra vía. También recaló a préstamo en Málaga Mamadou Koné, que vuelve al Leganés tras no conseguirse el ascenso.

En cuanto a Seleznyov, que llegó en el mercado de invierno (se fue Héctor Hernández), el club insiste en que su contrato acaba este 30 de junio, aunque hay ciertas incógnitas sobre su relación contractual con la entidad de Martiricos. En cualquier caso, ninguna de las dos partes quieren que sus caminos sigan unidos, por lo que difícilmente vista de nuevo la camiseta blanquiazul. Y luego está el caso de Jack Harper, que acaba contrato en 2019 y cuyo traspaso al Getafe lleva meses pactado. En esas, y teniendo en cuenta que Michael Santos (que incluso se ha dejado querer por el Sporting de Gijón) difícilmente se vaya a quedar, la dirección deportiva deberá conformar de cero una nueva delantera para tratar de pelear por el ascenso.

Hace un año, la misma historia

La inestabilidad en esta demarcación no es nueva. El verano pasado ya ocurrió lo mismo. Tras finalizar las cesiones de Borja Bastón, Peñaranda, Diego Rolan, Ideye o Bueno, los únicos delanteros con contrato en vigor eran Michael Santos, que se sabía que se marcharía a préstamo a Primera cuando un equipo le convenciera y se hiciera cargo de su ficha, y En-Nesyri, que estaba en el mercado desde que arrancó la pretemporada y acabó fichando por el Leganés.

El descenso y la situación económica hizo que el Málaga tuviera demasiado margen para fichar en propiedad a jugadores, por lo que se apostó por las cesiones de Blanco Leschuk, Koné y Héctor Hernández, mientras que Harper se ganó un sitio con los mayores gracias a su buen papel en pretemporada (ya en invierno llegó Seleznyov).