Rabia, frustración, impotencia y las fases del duelo

La destitución de Marcelino marca el presente del Valencia CF y, por desgracia, marcará el futuro inmediato. Las fases del duelo hay que pasarlas y cuanto antes aceptemos eso, antes acortaremos plazos, pero el mal está hecho. La escisión en el valencianismo por el momento y las formas de tomar esta decisión es un hecho. Cerrar esta herida va a costar.

Vaya por delante que, hasta que nadie explique públicamente las razones por las que Marcelino García Toral ha sido despedido por sorpresa a tres días de jugar contra el Barça y a cinco de debutar en la Champions League, no podré emitir una opinión fundada del asunto. Elucubrar es injusto y arriesgado para todos.

Vaya por delante también que, como ya publiqué el tristemente famoso 11 de septiembre, me parece una barbaridad sobre todo por el tiempo y por las formas. Es una aberración haber tomado una decisión de este calado así de esta forma y en este momento.

Tampoco me vale como excusa, explicación o conformismo el "Es lo que hay" del famoso tuit del club tras la debacle en el Camp Nou.

Hemos sufrido pero debemos unirnos los que amamos al @valenciacf. Sin luchas, ni distracciones que solo nos dañan. Es lo que hay. Cerramos filas y defendemos el VCF. Sin mirar nunca atrás. #AmuntValencia pic.twitter.com/w6unoCTUPz

— Valencia CF (@valenciacf) September 14, 2019

Y no me vale porque el duelo tiene varias fases y hay que pasarlas. Las tiene que pasar Marcelino, que de un plumazo se vio en la calle sin comérselo ni bebérselo, pero también las debemos pasar todos: los aficionados, los periodistas que seguimos al equipo, la gente del club...

A grosso modo, y sin ser un experto en la materia, las fases del duelo van desde la negación del hecho, pasando por la ira y la búsqueda de culpables, la etapa de la negociación, la depresión y finalmente la aceptación. Ahí pongan cada uno las personas, los hechos y los momentos adecuados con una máxima que para mi es inviolable: la jod... vida sigue y no queda otra más que asumir que este martes el Valencia CF debuta en la Champions con Albert Celades en el banquillo, que el domingo llega el Leganés a Mestalla y que el máximo accionista del club es Peter Lim para lo bueno y para lo peor.

Si me preguntan a mi yo siento rabia, impotencia y frustración porque veo que un proyecto que había sido campeón está a punto de irse al garete y, lo peor, porque sigo sin entender quién ganó tomando esta decisión ahora

Si me preguntan a mi yo siento rabia, impotencia y frustración porque veo que un proyecto que había sido campeón está a punto de irse al garete y, lo peor, porque sigo sin entender quién ganó tomando esta decisión ahora. Dicho esto, la edad me enseñó que en el fútbol, como en la vida no hay verdades absolutas ni nadie está en posesión siempre de la razón y la verdad. Aprendí también que ganando las cosas se ven de otra manera, pero el Valencia CF con Lim a la cabeza se pone a sí mismo tantas zancadillas que así es complicado sumar victorias. Dejemos que el duelo pase lo más pronto para todos y el proyecto recupere el rumbo perdido. El margen de maniobra es escaso. Este martes ya toca Champions. Buena semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en Valencia

dtorres@eldesmarque.com