Ramírez: “Jugamos al ataque en todos los campos”

Moscú, 6 mar (EFE).- El ecuatoriano Cristian Ramírez, defensa del Krasnodar, advirtió hoy al Valencia con vistas al partido de ida de los octavos de final de la Liga Europa que su equipo juega “al ataque” en todos los campos y ante todos los rivales. ,“Jugamos al ataque en todos los campos. Nuestro plan siempre es el mismo. No cambiamos según el rival que nos toque en suerte. Nunca salimos a defender un resultado”, comentó a Efe antes de viajar con rumbo a Valencia. ,Ramírez, que es un fijo en l

Moscú, 6 mar .- El ecuatoriano Cristian Ramírez, defensa del Krasnodar, advirtió hoy al Valencia con vistas al partido de ida de los octavos de final de la Liga Europa que su equipo juega “al ataque” en todos los campos y ante todos los rivales.

“Jugamos al ataque en todos los campos. Nuestro plan siempre es el mismo. No cambiamos según el rival que nos toque en suerte. Nunca salimos a defender un resultado”, comentó a Efe antes de viajar con rumbo a Valencia.

Ramírez, que es un fijo en la banda izquierda del equipo ruso, subrayó que el Krasnodar sale siempre a jugar “de igual a igual” y recuerda que así lo hizo ante el Sevilla en casa o más recientemente ante el Bayer Leverkusen en tierras alemanas.

“Tanto al técnico como a los jugadores nos gusta jugar al fútbol. Ese es nuestro fuerte. Para ello, tenemos jugadores técnicos”, afirmó.

El ecuatoriano asegura que el equipo no echa de menos ni a su gran estrella y máximo goleador, Fiódor Smólov, que fichó por el Lokomotiv, ni a su cerebro, Pável Mamáev, en prisión preventiva desde octubre pasado.

“Ningún jugador es indispensable. Smólov y Mamáev tampoco son irreemplazables. Somos un equipo con muchos futbolistas jóvenes y además nos hemos reforzado con varias contrataciones”, señala.

De hecho, cree que una de las claves del éxito del equipo ruso es la gran confianza que tiene su técnico, Murad Musáyev, de 35 años, en jugadores jóvenes como él mismo, Ignátiev o Suleimánov, el héroe de Leverkusen.

En su opinión, el Krasnodar es un club sin apenas historia, pero que es “muy serio” y que “está haciendo las cosas muy bien”.

Ramírez siente “un gran respeto por todos los equipos españoles”, incluido el Valencia, al que considera “un equipo muy bueno y bien organizado”.

“Tienen buenos jugadores y se han clasificado para la final de la Copa del Rey. Pero tenemos la referencia de otro equipo español, el Celta, contra el que jugamos el año pasado”, dijo.

Aunque en la liga rusa están muy bien colocados -están sólo a tres puntos del líder, el Zenit-, asegura que lucharán por los dos torneos.

“La Liga Europa también es una prioridad. No renunciamos a nada. Iremos partido a partido. Tenemos plantel para las dos competiciones”, apunta.

Reconoce que regresar a la competición a mediados de febrero tras más de dos meses de pausa invernal fue “un poco difícil”, ya que el Bayer llevaba ya ocho partidos oficiales este año y el Krasnodar, ninguno.

“Nos costó un poco coger el ritmo. Pero ahora ya estamos recuperados. Hemos tenido partidos de liga, copa y una eliminatoria europea. Nos han servido para coger confianza”, indica.

Ramírez, internacional con su país, asegura estar a gusto en Rusia, país al que se adaptó con rapidez, ya que antes había vivido en Alemania y Turquía, aunque le gustaría recalar en un club de la liga española.

“¿A quién no le gustaría jugar en la liga española? Obviamente, me llama mucho la atención ir a otro campeonato. Pero de momento estoy a tope con mi equipo, haciendo historia. Estoy enfocado en el Krasnodar, pero si el día de mañana llega la oportunidad...”, responde.

En cuanto al equipo nacional, es optimista, ya que destaca que el nuevo cuerpo técnico dirigido por Hernán Darío Gómez se ha propuesto como objetivo “la renovación de jugadores”.

“Estamos en una transición. Ahora hay muchos jóvenes y también tenemos muchos jugadores que están saliendo para América, Brasil y Europa”, resalta.

Confía en que tras disputar la Copa América, el equipo logre clasificarse para Catar 2022 después de arrancar con buen pie la fase de clasificación para el Mundial de Rusia, pero ser incapaz de alcanzar finalmente el objetivo.