Berizzo-Orellana: el segundo reencuentro en un año

Este próximo sábado, en Mestalla volverá a producirse un nuevo reencuentro entre el entrenador Eduardo Berizzo y el jugador del Valencia CF Fabián Orellana. La relación entre estos finalizó hace menos de un año, cuando formando ambos parte del Celta de Vigo, protagonizaron un desagradable episodio que acabó con el futbolista apartado del conjunto gallego y su posterior salida hacia Mestalla a finales de enero de este presente año. Ahora Orellana está a partir un piñón con Marcelino, la charla de esta mañana así lo demuestra. Y eso, que el atacante chileno juega ni un minuto y no entra en las convocatorias. 

 
En su primera cita después de que Orellana fichara por el Valencia, el pasado mes de abril en Mestalla, la balanza se decantó del lado del futbolista, puesto que los de Mestalla vencieron por 3 a 2 en un gran partido que el chileno jugó. Ahora, la situación es diferente para ambos, ya que Berizzo llega a la Avenida de Suecia como entrenador del Sevilla, y bastante cuestionado, y Orellana no cuenta, de momento, para su entrenador. La relación, al parecer, se rompió después de que el jugador se negara a entrenar después de haber recibido el alta médica
El reencuentro, por lo tanto, parece que será aislado y sin que ambos tengan ni que cruzarse después de que su relación se rompiera hace unos meses por una falta de disciplina del jugador.
El 'Toto' Berizzo le puso la cruz al jugador y aquella relación se convirtió en imposible. El argentino se mostró intransigente ante aquella falta de disciplina que el argentino catalogó de "falta de respeto inaceptable". "Mi decisión se la he trasladado al club y consensuadamente decidimos apartarlo del equipo. A partir de ahora el club defenderá sus intereses. Conmigo no pertenece más a este equipo", señaló el entrenador cuando hizo pública su sentencia para con Fabián Orellana. 
Tal y como desveló en su día El Faro de Vigo, Orellana alegó no estar en condiciones de entrenar tras una lesión a pesar de haber recibido ya el alta médica. Berizzo no quedó convencido con sus argumentos y mandó a su ayudante Bonanno a por el futbolista. Orellana, desafiante y ante todos sus compañeros respondió: "¡Que se vaya a cagar! No voy". Fue así cómo firmó su sentencia de muerte deportiva como jugador del Celta.