Sólo le faltó el gol al Domingo de Pascua

El Valencia CF de Voro sigue con paso firme y sin sacar pecho. Por fin este equipo se comporta como lo que es… un equipo de fútbol y ha confirmado ante el Sevilla FC su vuelta al primer plano competitivo en este Domingo de Resurrección. Los de Sampaoli no se arrugaron, vendieron caro el empate porque pudieron ganar, pero siguen siguen sin poder ganar un partido de los últimos ocho que han disputado, y eso les ha hecho perder fuelle en esa tercera plaza liguera con el Atlético de Madrid y caer eliminados de la Liga de Campeones.

Se esperaba que en este Domingo de Pascua pudiera resucitar alguno de los dos equipos y pero el empate no deja satisfechos a ninguno de los dos. Quizás al Valencia le incomoda menos porque sin objetivos solo le quedaba cerrar la permanencia y lo ha hecho. Está a 18 puntos del Sporting y quedan esos puntos (el gol-average es favorable a los ché), aunque falta el partido del Granada (no tiene que ganar al Celta). El Valencia ha hecho buenas estas dos últimas semanas en las que ha sacado 10 de 12 puntos y ha mandado un mensaje a toda LaLiga Santander de que el club valencianista está de vuelta.
Una lástima los meses perdidos con Ayestarán y Prandelli porque el que ha hecho funcionar a este equipo ha sido Voro y se puede disfrazar de muchas maneras para que el año próximo no se siente en el banquillo blanquinegro, pero eso es así. La resurrección del Valencia CF tiene un nombre propio, Voro y sus discípulos adelantados se llaman Carlos Soler y Zaza, dos de los que le han cambiado la cara a un equipo que hace cuatro meses era un desastre táctico.

Salió mejor el Valencia

El Valencia CF comenzó presionando arriba, sin dejar pensar al Sevilla FC. Voro sabía como hacerle daño a este adelantó las líneas para ahogar la salida del balón visitante y eso le dio resultado porque se jugaron el primer cuarto de hora en campo andaluz. En esas, llegó la primera gran aproximación de los blanquinegros, Munir, que cada vez se siente más importante, pidió el balón, encaró a Mariano y lo dejó atrás sin casi oposición, su centro fue a la pierna izquierda de Zaza, que se ha convertido en un 'bombardero' que lo remata todo y su balón se fue cerca de la meta de Sergio Rico.
Pero a partir del minutos 10 el Sevilla se estiró, se asentó y comenzó a mover el balón a la espera de que el Valencia persiguiera sombras y que Mestalla se pusiera nervioso e hiciera el resto, pero este partido está marcado en rojo en el calendario de la afición ché. Fue muy tímida la reacción visitante porque los de Voro estaban enchufados, activados y con ganas de adelantarse en el marcador. Orellana rozó el gol de la tarde, pese a su poco más de 160 centímetros se sacó una volea alta que se colaba por el ángulo de Sergio Rico, pero el meta realizó un vuelo sin motor para cerrar su portería. El partido estaba muy bonito y la intensidad altísima.

Jovetic en dos minutos la lió

Sampaoli se deseperaba en su zona técnica, no lo veía claro y más cuando uno de sus buques insignia, Vitolo, se echaba al suelo y pedía el cambio. Jovetic saltó como un resorte desde el banquillo y sin calentar, salió al campo y dos minutos después ya había estrellado un balón en la madera. La pérdida de Enzo Pérez en la frontal fue estremecedora, se tiró un recorte con sangre fría al más puro estilo Roca Rey, pero el 'Mudo' Vázquez lo leyó perfecto, 'cornada' y voltereta, y el balón llegó al montenegrino que cruzó ante la salida de Alves y acabó por estrellar el balón en el poste. Aviso serio del Sevilla FC.
Pero el Valencia CF siguió a lo suyo, juego combinativo y las líneas siempre avanzan. Ahí llegó una jugada perfectamente trenzada en la medular ché y cuyo balón acabó rápido en la banda para que Montoya rompiera por velocidad a Escudero y Lenglet, su balón acabó en la cabeza de Munir, pero venía sin fuerza y el hispano-marroquí remató pero se encontró con la sangre fría de Mariano que evitó el gol, primero parándola con el muslo y luego rompiéndola al cielo de Valencia. No entró el balón en su totalidad por lo que no hubo gol, pero el partido tenía de todo: postes, enormes paradas, lesión, gol fantasma, tarjetas... y mucha, mucha intensidad.
Las espadas estaban en todo lo alto, el Sevilla FC salió de la 'cueva', se estiró y Correa, de disparo cruzado, pudo adelantar a los suyos. La verdad es que no fue un disparo con demasiada malicia, pero Diego Alves hizo la estatua y Mestalla contuvo la respiración. Un sustito. Le tocaba golpear al Valencia CF y ahí estuvo el de siempre... Zaza. Su remate de cabeza se fue alto, pero llegaba un nuevo aviso del de Policoro que estaba con ganas de seguir refrendado su doblete en Los Cármenes. Tan sólo faltaba el gol ché.

Un partido con postes, gol anulado, lesión, gol fantasma... y penalti a Zaza 

Bajó la intensidad en el arranque de la segunda mitad, parecía imposible que se jugara al ritmo que lo hicieron los dos equipos en el primer tiempo, pero las ocasiones siguieron cayendo por ambos lados. Por un lado la tuvo Munir, pero su disparo acabó marchándose por arriba de la meta de Sergio Rico, mientras que el Sevilla FC contestó primero con un golpe franco desde larga distancia que Escudero a punto estuvo de sorprender a Diego Alves. Salió lamiendo la escuadra de la meta ché. Se escuchó el balón porque enmudeció Mestalla. Y después la tuvo Jovetic, pero su disparo acabó en el lateral de la red.
Pero a este segundo plato le faltaba la salsa y esta llegó con una caída de Zaza en el área ante Lenglet que acabó en protesta unánime de la afición ché. Fue una jugada muy complicada de ver para el árbitro porque no hay golpeo en los pies, sino medio metro más arriba, el contacto se produce entre el muslo y la cadera. Penalti sí, hay contacto, pero de los llamados 'penaltito'.

Sampaoli encontró hueco en Montoya-Orellana

El Sevilla FC no se puso nervioso con la subida de decibelios de Mestalla y comenzó a encontrar en la banda de Montoya una pequeña fisura en el férreo equipo de Voro. Sampaoli vio a la perfección que Orellana no ayudaba al lateral catalán y ahí comenzó a sumar efectivos con Correa, Jovetic y el 'Mudo' Vázquez. En esa vorágine sevillista, la tuvo de nuevo Escudero pero su balón acabó paseandose por la línea de gol y marchándose fuera por centímetros.
Voro veía que se había perdido el control del partido y sólo salvaba al Valencia el intercambio de golpes. La tuvieron Zaza y Montoya, pero de nuevo Sergio Rico, vaya portero, volvió a salvar a su equipo. Sin goles, al partido le faltaba un gol anulado y ese llegó tras un buen remate del punta italiano que estaba en todos los lados, pero acomodó el balón con mano sin voluntada alguna de hacerlo pero González González interpretó que era punible. Es lo de siempre... según el criterio del árbitro y eso es complicado de digerir.
Los de Nervión terminaron mejor el partido, quizás porque el Valencia corrió mucho y los futbolistas locales llegaron muy justos al tramo final del choque. Voro se dio cuenta y comenzó a dar entreda a hombres de refresco por las bandas. Ahí apareció Nani, lo hacía casi dos meses después de su lesión ante el Real Madrid y también Santi Mina, más pólvora arriba para ayudar a Zaza que estaba desfondado. El italiano le dio la vuelta al cuentakilómetros. Tan sólo le faltó el gol a un señor partido. Bienvenido Valencia CF, se te echaba de menos.
 

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