El Prandelli más personal (I): lágrimas en su pasado

A la espera de que el Valencia CF lo haga oficial, Cesare Prandelli ya es considerado como nuevo entrenador del conjunto valencianista por dos temporadas y el domingo estará en Mestalla para ver a su equipo contra el Atlético de Madrid. Ya se conoce perfectamente su curriculum en los banquillos, su trayectoria en el fútbol italiano y su filosofía de juego. ¿Pero quién es realmente Cesare Prandelli? ¿Quién se esconde detrás de la figura de entrenador?

En ElDesmarque ya se ha analizado al detalle el Prandelli entrenador y ahora es el momento de conocer su personalidad. Por ello, inicia un serial para descubrir al Prandelli más personal. Sus aficionados, sus miedos, su estilo de vida y todo lo concerniente a los detalles que configuran la versión más desconocida del entrenador italiano. Este primer capítulo gira alrededor de su vida familiar, uno de los pilares básicos para Cesare Prandelli. 

Amor y dolor

La vida de Cesare Prandelli está marcada por despedidas prematuras. En dos ocasiones ha tenido que decir adiós antes de tiempo. Con apenas 16 años perdió a su padre, aunque la muerte que más ha llorado fue la de Manuela Caffi, quien fuera su pareja desde los 18 años. Víctima de un cáncer de pecho, su esposa falleció en 2007 después de combatir durante muchos años contra la enfermedad. "Todavía no he olvidado sus últimas palabras, pero no las puedo repetir", confesó en una entrevista para la prensa italiana Prandelli, a quien le cuesta hablar públicamente de su fallecida esposa.
La muerte de su esposa marcó su carrera profesional, hasta el punto de que llegó a presentar su dimisión en la AS Roma poco antes de que se iniciase la temporada pasa estar a su lado. "Manuela quería quedarse en casa. Hicimos un trato, le dije que si el tratamiento era invasivo iba estar a su lado cada minuto. Ella era mi prioridad. Su vida fue mi vida. Por eso volví a Orzinuovi. Muchos se sorprendieron, pero para mí fue una elección natural. En el fútbol a veces sorprende la normalidad", contó Prandelli.
El amor por Manuela se traslada ahora hacia sus dos hijos Nicolò y Carolina.  El primero le acompañará en su aventura en el Valencia CF. El hijo de Prandelli es preparador físico y ha trabajado junto a su padre tanto en la Fiorentina como en la selección de Italia. Ahora le acompañará en el club de Mestalla.

Quiso ser arquitecto

Antes de iniciar su carrera en los banquillo, Cesare Prandelli tuvo una laureada carrera como futbolista, vistiendo la camiseta de la Juventus de Turín. Con la Vecchia Signora ganó tres veces la Serie A, un Recopa y una Copa de Europa, jugando al lado de Michel Platini. Aunque su etapa con los bianconeri también tiene un punto negro. Y es que Prandelli estuvo presente en la Tragedia de Heysel, en la que fallecieron 39 aficionados en las gradas del estadio mientras se disputaba la final de la Copa de Europa entre Juventus y Liverpool.
Sin embargo, antes de enfudarse las botas y convertirse en convertirse, Cesare Prandelli aspiraba a convertirse en arquitecto. Tenía talento para el dibujo y valoró inscribirse en la universidad de Bellas Artes, pero la insistencia de su madre le llevó a escoger Arquitectura. "Debes tener estudios, debes tener estudios. Mi madre siempre me lo repetía", relata Prandelli. Nunca llegó a ejercer como arquitecto, aunque en cierto modo ha podido desarrollar esa faceta gracias a su labor como entrenador. 

Es profundamente religioso

Cesare Prandelli es una persona profundamente religiosa. No está documentado cuando comenzó su fe, aunque en muchos casos se remite a la enfermedad de su mujer como el germen que le llevó a buscar ayuda divina. El padre Elías es su fiel consejero y acudió a él para pedir ayuda cuando Manuela enfermó. "Tuvimos largas charlas con el padre Elías. Sin su ayuda Manuela hubiera muerto mucho antes. Yo acostumbro a rezar y pedí ayuda a Dios", recuerda Prandelli. "Mi vida se reduce ahora al fútbol, mis hijos y Dios", agrega.
Esa no fue la única vez en la que Prandelli ha buscado un socio a través de la fe. Durante la Eurocopa de 2012 en la que Italia fue subcampeona, el entrenador italiano prometió que completaría diez kilómetros de peregrinaje hasta la iglesia cada vez que la Squadra Azzurra superase una ronda en el torneo. Tras eliminar a Alemania en semifinales, camino hasta las cinco de la mañana para llegar a la iglesia.