Gayà pone la directa y pasa el test de Leger-Boucher

El cuerpo técnico quería marcharse de vacaciones con las referencias de todos los futbolistas posibles para saber la base física que tendrán al inicio de la temporada que viene. Si la pasada semana pasaron el test de Leger-Boucher, Javi Fuego, André Gomes y Cancelo (lo hicieron con nota), pero también el resto de compañeros trabajaron en tres grupos diferenciados: Parejo, Alcácer, Mina y Barragán en el primero; Enzo Pérez, Rodrigo, Siqueira, Negredo y Feghouli en el segundo, mientras que Vezo, Santos y Danilo lo hicieron en el tercero.

Pues este jueves le ha tocado el turno a José Luis Gayà, al que se le ha visto recuperado de su pubalgia y que ha pasado con nota el test que le había preparado el preparador físico José Viela, junto al recuperador físico Jordi Sorlí, que estuvo en todo momento viendo las sensaciones que tenía José Luis Gayà. Fue de menos a más, pero se exprimió hasta cotas insospechadas y eso sorprendió a todos porque su test fue mucho mejor que el de otros compañeros que lo hicieron la pasada semana. Eso provocó que se vieran sonrisas en el preparador físico y en el propio Gayà porque había ido todo mejor de lo esperado. Recibió la felicitación de Viala, del jefe de los servicios médicos chés, Juan Albors.
Sus molestias son historia, pero hay que tener cuidado para evitar que se reproduzcan. Gayà terminó agotado pero su ritmo fue muy bueno y mostró que pese a que en los últimos meses no ha podido ejercitarse con el resto de sus compañeros por aquella lesión que se produjo ante el Celta en la parte posterior del muslo y que le ha venido provocada por sus problemas de pubis.

El Test de Leger-Boucher

La prueba física ha sido el famoso Test  de Leger-Boucher, que  es perfecto para conocer el umbral anaeróbico de un deportista. Un test parecido al de Brue. Se corre con marcas cada 50 metros. El preparador físico, José Viela, portaba el tiempo y tocaba el silbato para marcar el paso por los conos. Según la frecuencia con la que aparecían las señales, la velocidad de carrera iba aumentando a razón de 1 km/h cada 2 minutos. La velocidad aeróbica máxima del atleta corresponde a la velocidad de carrera que ha sido capaz de completar sin retraso. La frecuencia cardíaca se registra con un pulsómetro que portaba Gayà.
El protocolo consiste en correr incrementando la velocidad de carrera. El test de Léger-Boucher es una prueba atlética que permite evaluar la condición física. La velocidad de carrera la marca una serie de pitidos cuya frecuencia disminuye y obligar a acelerar el ritmo para poder llegar al siguiente cono. Cuando el corredor abandona significa que ha alcanzado su velocidad aeróbica máxima.