Demasiado arroz para tan poco pollo

El Valencia CF lo intentó e incluso logró remontar el gol inicial de Griezmann gracias a un buen tanto de Cheryshev, pero la realidad es que el Atlético de Madrid es demasiado arroz para tan poco pollo como es hoy el Valencia y su entrenador. Los de Simeone, más intensos y con más pegada, supieron aguantar las acometidas del Valencia y lograr dos tantos más para cerrar una goleada que deja bien claro que, en la actualidad, media un abismo entre rojiblancos y blanquinegros.

Gary Neville esperaba una batalla en Mestalla ante el Atlético de Madrid y sus intenciones quedaron claras desde el principio. El técnico se cargó a Dani Parejo para meter músculo y gladiadores en el medio y, de paso, evitar los pitos al madrileño en su propia casa. Así, de inicio, el técnico inglés apostó por una medular rocosa contra el Atlético de Madrid con Javi Fuego y Enzo Pérez como escoba y André Gomes como hombre más avanzado.
El público protestaba ajeno al balón que perdía Javi Fuego a pies de Vietto y que llegaba manso a Griezmann. El francés, desde lejos, se sacó un zurdazo que sorprendió a Diego Alves y se coló cerca de la base del palo. Dio la sensación de que el meta brasileño pudo hacer más por evitar el 0-1.    
Si por algo destaca el Atlético de Madrid es por su garra y, con la permisividad arbitral, dese el primer minuto quisieron hacer raya en Mestalla. Koke, Kranevitrer, Gabi y Saúl repartían juego y testosterona a diestro y siniestro. Cheryshev fue el primero en probar el taco rojiblanco. 
Mientras la infantería se batía en la medular, las caballerías probaban las defensas contrarias. En los primeros envites eran los visitantes los que más peligro mostraban. Griezman y Vietto, empezaban a hacer diabluras ante el cuadrado defensivo que había formado Neville en el centro (Dos centrales y dos mediocentros). El francés obligó a la primera gran intervención de Diego Alves en el minuto 19; el argentino era instantes después el que la tiraba alta cuando la defensa valencianista le había dejado controlar un córner dentró del área. 
La respuesta del Valencia fue una cabalgada de Feghouli cortada por Saúl en un posible penalti. El árbitro no lo vio, se inventó un córner que no era -muy mal señor Álvarez Izquierdo y linieres- y a la salida del saque de esquina, Feghouli empaló la bola forzando una milagrosa intervención de Oblak.

Intercambio de golpes

Parecía que la batalla iba a desnivelarse antes de lo previsto. La imagen de Javi Fuego arrodillado lamentándose encorajinó al Valencia que, a las primeras de cambio, igualó la contienda. Paco Alcácer bajaba con maestría el centro de Siqueira para que Cheryshev la empalara rasa con su pierna buena, la izquierda. 1-1. 
El público protestaba ajeno al balón que perdía Javi Fuego a pies de Vietto y que llegaba manso a Griezmann. El francés, desde lejos, se sacó un zurdazo que sorprendió a Diego Alves y se coló cerca de la base del palo. Dio la sensación de que el meta brasileño pudo hacer más por evitar el 0-1. 
Parecía que la batalla iba a desnivelarse antes de lo previsto. La imagen de Javi Fuego arrodillado lamentándose encorajinó al Valencia que, a las primeras de cambio, igualó la contienda. Paco Alcácer bajaba con maestría el centro de Siqueira para que Cheryshev la empalara rasa con su pierna buena, la izquierda. 1-1. 
Los rivales se golpeaban a base de contras. El Valencia tuvo una mortal, pero entre Feghouli y André Gomes no se aclararon en la finalización. Los dos púgiles olían la sangre de sus rivales. Aderllan Santos en el Valencia era una madre; Giménez y Lucas tampoco acertaban como parar a Paco Alcácer. El de Torrent le puso otra asistencia maravillosa a Cheryshev que éste lanzó alta por poco. 
Nadie quería que el juego discurriera en sus dominios. La intensidad era máxima y, con ese intercambio de golpes se llegó al descanso. Era hora de que los entrenadores dijeran la suya. Obligado, la primera decisión importante de Neville fue sentar a Enzo Pérez para dar entrada a Danilo Barbosa. Perdía con el cambio, pero no le quedaba otra al técnico inglés. Parejo seguía en el banquillo.

La consigna, por otra parte, era la misma: Mientras el cuerpo aguantara, intensidad, pelea y a buscar al rival a su área. Cualquier pérdida era aprovechada para organizar una contra rápida. Con ese fin saltaron al campo Rodrigo Moreno en el Valencia y Torres y Carrasco en el Atlético. Quedaba casi media hora por delante para llevarse el partido y tocaba estar listo y fresco. 
Y en eso de ser listos, los madrileños son los números uno. Así, el equipo de Cholo Simeone golpeaba primero. Primero Vietto probaba los reflejos felinos de Diego Alves, y después era Torres el que acertaba con el 1-2. Jiménez peinaba el saque de córner y el Niño entrando sólo al segundo palo desnivelaba la balanza. 

Gary

Cuando Gary se disponía a sacar a Negredo, Aderllan Santos era explusado por doble amarilla (lamentable el brasileño otra vez más). El técnico, que tenía preparado a Negredo, decidió -ante la ira de Mestalla- sacar a Abdennour. La grada le afeó el gesto.... ¡¡¡Y el técnico cambió de opinión!!! y volvió a sacar a Negredo.  
Con el vallecano se la jugaba a la desesperada, pero ante un equipo con más oficio, nada se puede dejar a la improvisación. Así que, lejos de empatar, Ferreira Carrasco logró el tercero y cerró la goleada. Ver el público desfilar desencantado fue lo único que quedaba por ver en Mestalla.  
Hoy en día el Atlético es demasiado arroz para tan poco pollo como es el Valencia.