Un regalo de Reyes en Mestalla
Los dos equipos calentaban en Mestalla en los minutos previos al último partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones. El Valencia CF se ejercitaba trabajando la posesión de balón, en una zona delimitada con espacio reducido para trabajar el juego combinativo, pero el Olympique de Lyon ensayaba los lanzamientos a portería. Los asistentes de Fournier se desvivían para que sus pupilos afinaran la puntería porque sabía que la precisión iba a ser muy importante en el partido. El OL practicaba con 13 balones sobre el verde de Mestalla, pero tan sólo llegaron 12 balones a la saca porque uno se quedó por e camino.
Uno de los balones salió por encima de la portería de Lopes, golpeó en la valla y acabó en la grada de Gol Sur. Un aficionado ché, cogió el balón y como nadie lo reclamó enseguida, lo escondió detrás de sus pies. Ahí lo dejó cinco minutos, hasta que ningún recogepelotas viera algún movimiento sospechoso y fue entonces cuando encontró la colaboración de un cómplice. El del poncho azul sacó una bolsa de plástico, en donde llevaba ropa de abrigo para el frío, sacó el suéter y en la bolsa acabó el balón. Un muchacho que ya tiene regalo de Reyes porque los esféricos profesionales con los que se juegan en la Champions tiene un coste de 145 euros.
El balón Finale 2015/16
El nuevo balón Adidas, el Finale 2015/2016, es de color azul celeste y está inspirado en el estadio de San Siro, que albergará la final el 28 de mayo de 2016. En su diseño se han respetado las estrellas de su antecesor. Las variantes respecto al esférico de la pasada temporada según Adidas, solo están en el diseño porque el balón conserva la misma tecnología del anterior, con una superficie que facilita el control, la pegada y que pica menos bajo la lluvia. Adidas lanzó oficialmente el balón a finales del pasado mes de junio, poco después de la final entre el FC Barcelona y la Juventus.