Agárrense que viene curva

Los valencianistas sellarán su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones siempre que sean capaces de ganar en su campo al conjunto francés y el Gante no lo haga ante el Zenit
El equipo valencianista se juega su futuro en la máxima competición europea esta semana en Mestalla en una jornada en la que deberá batir en su estadio al Olympique de Lyon pero a su vez estar pendiente de lo que suceda en el duelo entre el Gante belga y el Zenit ruso.
Los valencianistas sellarán su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones siempre que sean capaces de ganar en su campo al conjunto francés y el Gante no lo haga ante el Zenit, líder destacado del grupo con un pleno de cinco victorias y que solo se juega el premio económico que supone sumar los tres puntos.
El gol de Santi Mina a cuatro minutos del final del partido ante un temible rival que se presentaba en Mestalla con la posibilidad de apuntillar con su potencial a un rival malherido sirvió para liberar toda la tensión acumulada en los últimos tiempos y reconciliar a los jugadores con una grada hostil con un equipo descompuesto y sin alma hasta el sábado.

La reconciliación de la grada con el equipo y el cambio de sensaciones de los jugadores tras la marcha de Nuno, se antojan vitales
Además de la competitividad recuperada por el equipo, el efecto de rehabilitación anímica del partido ante el Barcelona cobra vital importancia de cara al duelo más importante de la temporada hasta la fecha que afrontará el Valencia el miércoles en la Liga de Campeones.
La reconciliación de la grada con el equipo y el cambio de sensaciones de los jugadores tras la marcha de Nuno, se antojan vitales, junto a una necesaria mejoría futbolística sobre el campo, para afrontar el duelo ante el Olympique aunque sin olvidar que ya no sólo dependerán de lo que hagan sobre el césped de Mestalla.
Ese decisivo duelo será ya con Gary Neville a los mandos, después de que Voro haya vuelto a superar con nota una nueva situación de pánico en el club de Mestalla y 'resetear' en sólo dos partidos a un equipo que ahora deberá dar continuidad a estas nuevas sensaciones con el nuevo técnico.