El Valencia se congela en San Petersburgo

El Valencia cayó por dos goles a cero en su visita al Zenit de San Petersburgo. Los rusos aprovecharon sus ocasiones y, con un tanto en cada tiempo, demostraron porqué lideran el grupo H de la Liga de Campeones. Mal partido de nuevo de los de Nuno Espírito Santo que, con un juego insulso, quedan en una situación complicada y no aparcan su crisis de juego y resultados. El Valencia sigue sin levantar cabeza.      

Con Rafa Mir de inicio, por sorpresa, el Valencia saltó a su primera gran final del año, al menos por lo que a la Champions se refiere. Con desparpajo, el chaval formó parte del entramado defensivo que planteó Nuno para que no le pasara lo que en la primera jornada de la Champions.
El 4-1-4-1 con Enzo Pérez de stopper y Rafa Mir pegado en la banda izquierda, procuraba aminorar los riesgos que produce la presencia en el campo de un estilete (grueso y potente) como Hulk y un punta como Dzyuba.
A pesar de eso, las llegadas de Criscito por la banda izquierda y la inseguridad de la defensa valencianista empezó a conceder ocasiones a los rusos. Cancelo -repito, no es lateral, mejor de interior- y Vezo hicieron de las suyas y al cuarto de hora, en la segunda jugada de peligro del Zenit llegó el 1-0.
Vezo salía mal al corte -dos veces-; Cancelo no hacía bien la línea de fuera de juego; Abdennour ni estaba, ni se le esperaba y Shatov, sólo y tras tres toques, batía de vaselina a un Jaume desesperado.

#ZenitVCF | 1-0 | 23' | Secuencia de la jugada que acabó con el gol de Shatov. La zaga che, poco expeditiva. pic.twitter.com/fUBRrCESUr
— ElDesmarque VCF (@ElDesmarque_VCF) noviembre 24, 2015

A partir de ahí el equipo se fue hundiendo y descolocando. Nervioso como un flan, el Zenit San Petersburgo empezó a jugar a placer; mientras que los de Nuno estaban a merced de algún robo de balón aislado y que la pelota le llegara a Alcácer. En el 25, milagrosamente ocurrió, y Paco superó al meta local, pero su gol fue anulado por fuera de juego que no era.      
El Valencia se entonó con el paso de los minutos. Con el balón sufría menos y tuvo ocasiones para empatar antes del descanso.
El Valencia se entonó con el paso de los minutos. Con el balón sufría menos. Rafa Mir adelantó su posición cuando el equipo atacaba para formar casi como segundo delantero junto a Paco Alcácer. El partido estaba en esa fase insulsa en que cualquier detalle podía ser determinante. Empezaba a nevar, a Criscito le perdonaban la segunda tarjeta amarilla y Neto abandonaba el campo unos minutos por el costalazo que se había pegado minutos antes. Este tótum revolutum sirvió para que Feghouli se inventara un centro medido para que Alcácer rematara de cabeza desviado por poco. 
El electrónico buscaba el descanso y, de nuevo, el punta internacional español tuvo en sus botas el empate. Sin embargo no acertó a rematar la asistencia de Dani Parejo. El Valencia enmendó -algo-      

Gol anulado a Santi Mina y el mazazo final

Dos latigazos de Hulk tras el descanso volvían a inquietar a las huestes valencianistas. El brasileño protagonizaba casi todas las jugadas de ataque de los rusos. Cancelo sufría tapándolo, pero por fortuna para él, el punta del Zenit se movía en todo el frente del ataque local. Como en la primera mitad, el Valencia fue mejorando con el paso de los minutos. Tanto es así que en el minuto 67 Mina logró el empate tras asistencia de André Gomes. Por desgracia, el gallego estaba en fuera de juego.
Mina, entre líneas, fue de lo mejor en la segunda parte. Se mostraba y enganchaba. Suyas fueron las mejores jugadas de un Valencia que, pese a todo, no mostraba claridad en sus acciones.

 
El Zenit, a la contra, parecía jugar cómodo y un destello de Danny sentenció el partido. Doble pared del habilidoso centrocampista portugués que dejó a Dzyuba sólo para que marcara a placer el 2-0. Partido sentenciado, mazazo y el sueño de Champions que empezaba a esfumarse... De Paul entró en el 79, tocó un balón, vio una nueva contra del Zenit y asistió, como el resto de sus compañeros, a la zancadilla por detrás de Vezo que suponía la expulsión del portugués. Partido finiquitado.
Con uno menos y diez minutos por delante, era el momento de hacer cábalas, de esperar el resultado del otro partido del grupo y de observar, con dolor, como Hulk acababa sacando de sus casillas a André Gomes, a Mina, a Gayà... Jaume Doménech, con dos nuevos paradones evitó una goleada mayor.