El Valencia aparca su crisis

El Valencia CF mejora, le vence al Granada por la mínima, y aparca la crisis, al menos de momento. Los de Nuno Espírito Santo vencieron gracias a un gol de cabeza de Mustafi en la primera mitad. En un partido disputado en el que el nerviosismo atenazó a los valencianistas que, sin embargo, se dejaron la piel y demostraron un nivel de implicación, solidaridad y ganas que había faltado en ocasiones anteriores. 

Fue un triunfo trabajado, sin brillo, que necesitó algún gol más para apaciguar los ánimos de la grada pero que, por el momento, aparca la crisis en la que estaba inmerso el equipo.
Al fin, Nuno se decidía por poner en liza a su once de gala, con dos puntas incluidos y un sistema 4-4-2 clásico Jaume; Cancelo, Mustafi, Vezo, Orban; Parejo, Enzo, Bakkali, Feghouli; Negredo y Alcácer.
Con esa disposición, la consigna fue clara desde el principio. Si no había fluidez en el juego, balón largo para que Negredo la bajara hacia Alcácer. Pero si había, con Parejo creando y Bakkali y Feghouli en las bandas, la única duda era cuándo iba a llegar la primera ocasión clara. 
Paradójicamente los primeros disparos llegaron del lado granadino. Eran lejanos, sin peligro aparente, pero con los nervios a flor de piel y la necesidad de ganar, cualquier aproximación visitante era una afrenta. Los amagos de pitidos en la grada eran contestados por la Curva Nord con una pancarta que decía: Equipo+Afición=Objetivo. 
Bakkali era el que más peligro generó en estos primeros instantes. Por su banda, con su velocidad y su potencia, se produjeron buena parte de las llegadas del Valencia en la primera media hora de juego. Pero éstas no se traducían en ocasiones o chuts. El primer objetivo del Granada parecía que estaba conseguido: llegar a la primera media hora de juego sin encajar para que el público y el equipo se pusieran nerviosos... 

Y llegó el ansiado gol

Sólo un gol podía apaciguar los ánimos. Una tuya-mía de Alcácer, que empezó ¿cómo no? en las botas de Bakkali fue la opción más destacable del Valencia. Otro córner, botado por Bakkali, peleado por Negredo y que tras un sutil toque de Cancelo (es extremo, no lateral) volvía de nuevo al belga Zakaria que ponía un centro medido para que Mustafi, aún en el área, de un espléndido testarazo hiciera el 1-0.      
El acoso, si cabe, se incrementó un poco más hasta el final del primer período. Con más corazón que cabeza, con más ahínco que acierto, el Valencia buscaba el segundo. Un despiste, sin embargo, casi le cuesta el empate. Y una falta de Javi Márquez desde la frontal obligó a un paradón de Jaume que fue reconocido por la hinchada con una sonora ovación.
El Valencia saltó tras el descanso dispuesto a sentenciar. Y bien lo podría haber hecho si Alcácer hubiera acertado con su cabezazo en el primer palo tras centro de Cancelo en el 47. En el 53 Alcácer llegó a marcar. Pero Clos Gómez anuló con buen criterio el tanto por fuera de juego. 

Se va el jugador revelación

Bakkali, uno de los mejores ante el Granada junto a Jaume, se retiraba ovaciondo y fundido cuando el partido alcanzaba la primera hora de juego. Piatti era su sustituto. 
Negredo se dejó la vida ayer. Peleón como poco, se desesperaba porque no le salía nada como quería. En el 79 su inseparable Alcácer forzaba el córner tras un centro de Feghouli.
En el otro área, Jaume cantaba en una salida y propiciaba un remate al larguero de chilena del Granada. La cosa quedó en eso, en un susto.
Con un Clos Gómez en plan "anti casero" y tarjetero a tope, Enzo Pérez, amonestado dejó su puesto a Javi Fuego en el 75. Negredo, fundido y con molestias, ya en el 87 dejó su puesto a Rodrigo, recibido con una sonora pitada. Fue lo poco destacable que arrojó un partido que no pasará a la historia por su brillantez, pero sí por la necesidad que tenía el Valencia de sumar tres puntos de oro. Hasta el final, sin acierto, el Valencia lo intentó, de hecho el propio Rodrigo pudo marcar con el tiempo cumplido, pero no es menos cierto que también sufrió las acometidas del Granada. Los pitos pusieron punto y final a un triunfo necesario como el comer. Nuno también fue pitado al final.