El AS Monaco no pasa del empate ante el Toulouse
El Toulouse entró al partido con ganas de resolver por la vía rápida y sabía que el AS Monaco llegó tocado de Valencia tanto en lo físico como en lo psicológico porque se trajeron un complicado 3-1 en la previa de la Liga de Campeones. Los locales entraron al partido con más ganas que su rival y estuvieron cerca de resolver el choque en la segunda mitad, pero Lemar despertó del sueño a los locales a falta de 25 minutos para el final. Por ocasiones la victoria tenía que haber sido para el Toulouse, ya que no sólo disparó más sino que suyas fueron las más claras. Su ímpetu arrinconó a los monegascos, que al final por calidad pudieron empatar el partido.
El AS Monaco salió con un equipo muy joven, además, de con un equipo plagado de suplentes pensando en ese choque de vuelta de la Liga de Campeones. Tanto pensaron en el Valencia que los de Leo Jardim estuvieron a punto de caer; el Monaco ha sumado dos puntos de los últimos seis en la Liga francesa y se descuelga de la zona alta de la tabla. Por su parte lo de Arribagé merecieron los tres puntos porque en fallaron infinidad de ocasiones.
Los de Jardim tan solo aparecían en ocasiones aisladas gracias a El Shaarawy, en cambio fue el Toulouse el que se adelantó en el marcador tras una falta lateral. El meta Subasic estaba colocando la barrera, mientras que los futbolistas del Toulouse sacaron rápido y Doumbia no falló. Llegaba el 1-0.
En la segunda mitad, el Toulouse tuvo el 2-0, pero Braithwaite marró una ocasión clarísima. Ben Yedder puso un centro medido pero el punta danés no cogió bien el balón y lo tiró fuera cuando lo más fácil hubiera sido hacer el 2-0. Ahí murió el Toulouse porque bajó los brazos y lo aprovechó el AS Monaco.
Los visitantes se estiraron en busca del empate y en la primera gran ocasión de los de Jardim, lo aprovecharon: Lemar empató el choque. Un golazo desde la frontal, regate vertiginoso y disparo ajustado al palo. El Toulouse no se lo creía y buscó el 2-1; un gol que lo tuvo en sus botas hasta en dos ocasiones, pero Braithwaite volvió a fallar para la desesperación del público.
