Un bloque hecho, autómata y con la filosofía de Nuno en vena

Con sólo dos caras nuevas el Valencia CF ha acabado la primera de las estadías de verano y lo hace con un bloque que se conoce, muy ajustado y que nada tiene que ver con el equipo que la temporada pasada en esta fechas abandonaba Alemania en su primera temporada juntos. Las sensaciones que deja el equipo tras su viaje a Austria son muy buenas porque destaca por encima de todo la solidez rocosa de la base de la plantilla, un equipo que está junto en sus líneas, que no se rompe y que sigue incomodando a los rivales porque no les deja espacios donde poder sobrevivir. La versión 2.0 del equipo de Nuno Espirito Santo sigue basando su juego en la solidez defensiva, también en la velocidad para romper las líneas rivales y la salida por banda será de nuevo uno de los secretos y de los éxitos chés.

Ya lo dijo Nuno en la rueda de prensa previa al torneo, que la mejor noticia posibles es que este equipo ha mantenido la base, que tienen los mismo futbolistas un año más y que ya saben a lo que juegan porque este equipo es más equipo en esta pretemporada que la del pasado año y que gracias a que mantiene la misma filosofía de juego llegarán los frutos en el futuro. Lo que realmente hace mejor al Valencia no son las grandes incorporaciones sino la base de una temporada en la que el equipo lucho en más de tres tercios de Liga por el campeonato y hasta el final por esa tercera plaza que daba acceso a la Liga de Campeones.

Las grandes virtudes de este equipo

La continuidad de todo el bloque hace que el equipo sea autómata, que trabaje con naturalidad aunque el esfuerzo y la entrega sea la misma. Todos conocen al que tienen al lado y saben lo que puede dar el compañero, conocen los biorritmos, cómo siente y cómo respira el equipo y eso es una ventaja enorme. Lo que funciona no hay que tocarlo y eso Nuno lo sabe bien. Quizá quiere cambiar el sistema para dotar de gol al equipo gracias a los dos delanteros, pero el resto sigue siendo una fotocopia del año pasado: La defensa hace la raya y sigue siendo sólida, Parejo sigue marcando el fútbol, Fuego es el eje del entramado, las bandas desequilibrantes y encima este año parece que los delanteros ayudan con sus goles. 
No le han marcado ni un sólo gol en Austria porque ni el Wiener SK, ni el Southampton, ni el Werder Bremen han sido capaces de romper el muro ché, algo que el año pasado no logró en su estadía Alemana ni contra el SPVgg Bayreuthel de la cuarta división germana (1-5), ni tampoco ante el Nurenberg que goleó al Valencia (3-1) en un partido en que por un lado la entidad del rival se notó, pero sobre todo porque el Valencia seguía conociendo la forma de entender el fútbol de Nuno Espirito Santo. El Valencia jugó con sus flamantes fichajes, Otamendi, André Gomes, Rodrigo..., pero era un equipo desajustado, algo que en Austria no se ha visto. Tampoco la salida por banda estaba tan clara y en el juego ché se basaba en el toque y en el abuso de posesión con balones jugados horizontalmente sin superar las líneas rivales. Esto fue una de los vicios que Nuno quitó de la era Emery y post Unai (Valverde, Pizzi, Pellegrino y Djukic).

Pretemporada 2014-15  

SPVgg Bayreuth 1-5 Valencia
Es verdad que el Valencia apenas se encontró obstáculos para golear a un débil rival, pero hasta la media hora de juego el conjunto de Nuno sufrió ante la presión germana; una vez cayó el primer tanto los ché golearon, pero vieron como el rival era capaz de hacerles un gol (Gashi) por un despiste defensivo. 

Nuremberg 3-1 Valencia

Los de Nuno se adelantaron con un gol de Viera pero sufrieron ante un Nuremberg eficaz a la contra y con un mejor físico. El equipo volviía a Valencia tras 11 días de trabajo en Alemania. El Valencia CF ponía así punto final a su estadía de pretemporada en Alemania con la primera derrota de la pretemporada ante el Nuremberg. La mejor noticia fue el debut de André Gomes. El conjunto ché sufrió las contras alemanas y acusaron mucho el cansancio y el calor. El Valencia fue desarbolado por momentos por un rival que le pasó por encima en la segunda mitad. En seis minutos, entre el 54 y el 60, llegaron los tres goles alemanes (Sylvestre y dos de Colak) que le dieron la vuelta al marcador gracias a fulgurantes contragolpes que aprovecharon huecos en la defensa valencianista. Se notaba que el Valencia estaba en construcción y pleno crecimiento porque los desajustes fueron evidentes en algunas fases del partido.