Piatti y Rodrigo 'sustituyen' a Nuno en el banquillo de Mestalla

Los 22 aficionados que pudieron disfrutar de Mestalla el día que cumplía 92 años son unos afortunados. Casi centenario, pero más moderno que nunca ya que con el lifting que le han dado se ha convertido en uno de los estadios con más encanto de España. Estrella Damm dio la oportunidad a varios aficionados de poder descubrir las entrañas de Mestalla, de ver y descubrir todo lo que está fuera de los focos: pudieron cambiarse en los vestuarios en donde habitualmente los futbolistas chés y Nuno se preparan para saltar al verde de Mestalla, pero la sorpresa estaba por llegar, ya que los dos equipos necesitaban de dos técnicos que pudieran apadrinar el evento y además, impartieran su filosofía de juego.


Los dos entrenadores del partido amistoso fueron Pablo Piatti que dirigió al equipo naranja y Rodrigo Moreno, que hizo lo propio con el blanquinegro. Ambos dieron su discurso previo al partido y buscaron motivar a sus jugadores. Incluso sacaron la pizarra para preparar el partido, mientras que los aficionados elegidos alucinaban con el momento que estaban viviendo. Móviles en la mano inmortalizando el momento para luego sacar pecho con los amigos y enseñar esa foto y ese vídeo que les convertían en auténticos privilegiados. 
Rodrigo se mostró muy cercano a los aficionados e incluso dejó la frase de la tarde cuando a su equipo les dijo: "No quiero patadas, no hagáis como vuestro entrenador, es decir yo, y que os expulsen". Las risas en el vestuario y el aplauso que se llevó fue enorme. Rodrigo Moreno sabe bien que no ha estado bien en ese tema pero ante la desgracia de no poder jugar en las últimas jornadas, quiso hacer un guiño a los aficionados. El hispano-brasileño incluso se atrevió a escoger el equipo que jugaba de local porque en el equipo naranja vio a varios con zapatillas y no con botas: "Yo me cojo a los blancos que llevan todos botas".
Incluso se atrevió a dar indicaciones tácticas, buscando el mayor provecho de sus futbolistas. Pero, enfrente estuvo Piatti, que tiene madera de entrenador porque se preocupó más de mentalizar a los suyos de que aprovecharan esos 30 minutos que recordarían toda la vida: "Chicos salgan y disfruten, van a jugar en Mestalla y van a ver lo privilegiados que somos". Otra cosa fue cuando decidió montar su equipo de 11 futbolistas.. nadie quería ser portero y le salieron ocho delanteros. "Todos quieren marcar... ¿no tengo defensas? Pues corran todos detrás del balón y le ponemos ganas". La risa fue generalizada. 
La salida del vestuario al túnel es mítica. Se bajan unas escaleras y preside la frase de don Alfredo di Stéfano recordando que el jugador más importante es todo el equipo y luego se pasa por delante de decenas de mitos del valencianismo que vigilan con sigilo a los futbolistas cada vez que van a salir. Pasar por ese pasillo rodeado de fotos de mitos como Kempes, Claramunt, Puchades, Mundo, Ayala, Cañizares, Albelda... te pone los pelos de punta. La salida al campo es un momento donde las revoluciones se disparan y recorrer el verde de Mestalla es inexplicable. La sensación más placentera de todo seguidor del Valencia. Fueron los 30 minutos más bonitos de los 22 afortunados que un día jugaron en Mestalla y emularon a sus ídolos.