El Barça inicia la guerra de la TV
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El colista de la Premier cobra el Triple que el Valencia
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El Valencia dispuesto a parar la Liga por la TV
A la espera de que el gobierno decida si los derechos de televisión se negocian de forma conjunta o unitaria a partir de 2016; el Barcelona ha empezado la guerra y ha firmado por su cuenta. De esta forma, Telefónica y Mediapro están condenados a entenderse para no repetir una nueva “guerra del fútbol”. El FC Barcelona ya ha confirmado que ha cedido a Telefónica sus derechos audiovisuales para la temporada 2015-2016, poniendo fin a su unión con Mediapro, con la que había estado las últimas ocho temporadas.
La entidad barcelonista ingresará una cantidad similar a la actual, 140 millones de euros, aunque al mismo tiempo logró cerrar un acuerdo de patrocinio publicitario al margen, por el que recibiría alrededor de 40 millones durante los próximos tres años para potenciar la marca en Latinoamérica como regional partner de la institución azulgrana, según informa El Mundo.
El Barça con Telefónica y el Madrid y el Valencia con Mediapro, ¿habrá entendimiento?
El polémico reparto de los derechos televisivos en España seguirá reportando así durante una temporada más unos cuantiosos 140 millones de euros tanto al Barça como al Real Madrid, los dos clubes que más reciben de toda Europa. De ahí en adelante, el Gobierno sigue ultimando un real decreto para la venta centralizada de los derechos audiovisuales en la Liga, para que se realice de forma conjunta entre los clubes participantes y así producirse un reparto más equitativo.
La situación del Valencia
Llegados a este punto de la negociación, el Valencia arriba en una situación delicada. A los de Mestalla les queda un año de contrato con mediapro por el cual recibe 45,5 millones de euros, por lo que si la negociación de los derechos es conjunta con mediapro, el Valencia sólo tenía que renegociar su año de contrato. Sin embargo, después del movimiento del Barcelona; viendo que el real decreto se retrasa y. escuchando el reparto que propone Javier Tebas que igualaría las diferencias pero que implicaría que el conjunto de Mestalla reciba menos ingresos, el Valencia debe ponerse las pilas.
La llegada de Peter Lim, además de dinero, implica una mayor internacionalización del club por el que, según han apuntado diversos medios de ámbito internacional, se ha interesado la cadena árabe Al Jazeera. De hecho, el potente canal con sede en oriente medio es uno de los candidatos a quedarse con los derechos de toda la competición si finalmente se negocian de forma conjunta.
Las próximas semanas se antojan decisivas. Y el Valencia, tal y como anunció el presidente del Espanyol, Joan Collet, está dispuesto a parar la Liga si es necesario. Los clubes modestos y la burguesía de la competición -Valencia, Atlético, Sevilla etc..- quieren romper con una hegemonía que sólo existe en España y que les condena a ser meras comparsas económicas del Madrid y del Barcelona. Claman por un reparto igualitario y esgrimen argumentos como que el último de la Premier va a cobrar el triple que el Valencia, por ejemplo.
La Liga Española, la más desigual
La Liga española es la competición de modelo de una negociación individual, es el único país que tiene un nivel de reparto es de 1 a 12 del primero al último clasificado. La realidad pasa por una situación tan delicada que algunos de los clubes tiene problemas para pagar a sus jugadores como el Málaga o el Espanyol, incluso otros podrían desaparecer.
Pero también se perjudicada la propia competición, ya que ha existido en los últimos años una pérdida de competitividad abismal, y es que hay seis equipos que lo ganan todo desde el Villarreal al Real Madrid y luego están el resto. Por poner un ejemplo en la Champions todos los equipos cobran lo mismo ya sea el el Barcelona o el Basilea, ganan lo mismo si vencen en un partido y tiene el mismo dinero fijo por pasar la primera fase. Hay que comenzar a hablar deincentivos por los títulos y no en diferencias económicas de base: La Liga española era de las más competitivas hace una década y ahora hay un gran salto entre los cinco primeros, el problema está en el reparto televisivo y, aunque la tensión se respiraba en el ambiente, el movimiento del Barça implica necesariamente el comienzo de las hostilidades.
